Gira china del alcalde de la capital catalana

El plan lumínico de BCN tomará ideas de las luces de Hong Kong

Xavier Trias, el lunes, con el alcalde de Shenzhen, Xu Qin.

Xavier Trias, el lunes, con el alcalde de Shenzhen, Xu Qin.

PATRICIA CASTÁN
HONG KONG ENVIADA ESPECIAL

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Formalmente, Hong Kong y Barcelona vienen a parecerse como un huevo a una castaña. La una crece hacia al cielo, la otra se contiene ante el Mediterráneo e intenta dinamizar los barrios que inventa para que sean vividos. Pero ambas comparten la fortuna de asomarse al mar y dibujar un escaparate que en los dos casos sigue en transformación. De modo que el ayuntamiento cerró ayer su gira china rubricando un convenio para colaborar mutuamente en proyectos urbanísticos, enfocados especialmente al litoral. Un litoral que en el caso de Hong Kong es famoso en todo el mundo por su rutilante iluminación, que inspirará algunas ideas del Plan Director de Iluminación de Barcelona, que estará listo posiblemente a final de verano.

El alcalde Xavier Trias dejó claro que no hablamos de «mimetismos» ni de exportar a ultramar modelos que no cuajarían. Pero sí de tomar nota de cosas que funcionan, como la tecnología de leds, dijo. «Generan poca contaminación lumínica», valoró. Y como la ciudad china es especialista, el alcalde quiere colaborar «estrechamente» para acabar de perfilar el modelo de luces de una ciudad que el equipo de gobierno de CiU ve ahora apagada.

ILUMINACIÓN NOCTURNA VERTICAL // Hong Kong tiene un inmenso frente marítimo de más de 60 kilómetros en pleno desarrollo. Su puerto junto con el de la vecina Shenzhen contabilizan 500.000 pasajeros diarios, su horizonte, visto desde la parte peninsular, es apabullante. La isla alinea unskylineque puede reírse del de Manhattan. ¿Qué lección puede dar Barcelona? El concejal de Hábitat Urbano, Antoni Vives, presentó ayer el caso de la capital catalana como paradigma de una evolución de 25 años para integrar ciudad y mar. Desde el Port Vell al Front Marítim. Y lo que queda, porque en su argumentario sigue vivo enlazar la plaza del Carbó y la Zona Franca y acabar desarrollando el proyecto estrella urbanístico de CiU (ahora aparcado), el nuevo barrio Blau Ictinea. Una experiencia global que Hong Kong ve con buenos ojos y de la que quiere tomar nota. Mientras, a la inversa, la capital catalana se nutrirá de la imaginación hongkonita y algunos de sus destellos.

En este sentido, el edil insiste en que la iluminación no debe seguir siendo juzgada en Barcelona como «fuente de contaminación» sino como alegría, salvando las distancias con Asia y su cultura. El plan director de la ciudad, que apostará por la iluminación nocturna vertical de edificios que le den identidad, deberá «resaltar su fisonomía». Resta por ver cómo se plasman los intercambios de ideas.

El primer paso fue ayer la firma de un convenio entre el Instituto de Diseño y Urbanismo de Hong Kong y el Ayuntamiento de Barcelona. El grupo de trabajo (unthink tank) está presidido por el alcalde Xavier Trias, por el lado barcelonés, y el primer mandatorio de Hong Kong. La parte técnica estará comandada por el director de Barcelona Regional, la empresa pública del urbanismo local, Guillermo Muller, que también forma parte de la expedición a China y ayer aseguró que si Barcelona quiere ser puerta de Europa hay que hablar de «una ciudad de puertos», con varios usos, que incluyan el residencial, de pasajeros, con clúster náutico (con la nueva Marina Port Vell que el ayuntamiento ve con más que buenos ojos) y área industrial. Y la posibilidad de seguir ampliándose, apuntó Vives, creciendo por el área metropolitana.

Muller insistió en que el trazado debe tener en cuenta su paisaje litoral. «Barcelona debe aprender a observarse desde el mar», insiste, aprendiendo de Hong Kong. Las panorámicas las dibujarían vistas desde sus extremos, como el nuevo tramo del Hotel Vela, o desde el Besòs. Allí jugarían un papel importante tanto las luces de los actuales construcciones más emblemáticas como las piezas futuras que se vayan integrando.

ICONOS NO NECESARIAMENTE ALTOS //Y aquí llega otra sorpresa, Barcelona abre la puerta a nuevos edificios icono. «No tienen por qué ser altos», dijo el alcalde, que puso como ejemplo el futuro eje de la Sagrera, donde un edificio especial podría ser «la guinda al pastel». Eso sí, deberían despuntar por su calidad y diseño, a ser posible «con profesionales que podrían ser de la ciudad», unos profesionales que también podrían ganar terreno en Hong Kong, remató. De hecho, si los proyectos de Barcelona Regional cuajan, uno de los premios sería exportar arquitectos e ingenieros patrios.