'Le petite Swiss' de Barcelona

Yogur, copos de avena, frutas frescas troceadas y azúcar. Estos son los ingredientes básicos delbirchermüeslique, junto al café con leche y albutterbrot(pan con mantequilla) conforma el desayuno suizo por antonomasia. En Barcelona, a quien le tiente esta manera de empezar el día puede acudir al Club Suizo (Alfons XII, 95), restaurante-cafetería que cuenta con platos típicos de la antigua Helvetia (hoy Suiza) -como elrösti; una base de patata con bacón; lasfonduesy losknöpfli- y es, además, la sede de la Sociedad Suiza de Barcelona.

Esta agrupación, con más de 100 años de historia, nació de la necesidad de la comunidad suiza de la ciudad de compartir su cultura y sus costumbres. «Años atrás no era tan fácil viajar a Suiza, los viajes duraban casi dos días y necesitabas estar con tu gente», explica su presidenta, Carolina Bähr. Su atractivo calendario de actividades -cine, conciertos, salidas y cenas- está abierto para todos los interesados en descubrir el país de los Alpes.

El restaurante Basilea (Sant Antoni Maria Claret, 211) es una de las pocas opciones que existen en Barcelona para degustar una auténticafonduesuiza, «de queso suizo de vaca, no francés», recalcan sus propietarios. Su exquisita carta ofrece más de 14 tipos diferentes defondues-entre las que destacan la de quesotête de moine, la devacherino la deapenzeller-, además deraclettes,foundue Bourguinonne(de carne) y eltartarenhut(un plato de carne acompañado de caldo de verduras y que lleva, a parte, quesoraclette).

Una tardemade in Switzerlandpuede divergir entre, o bien acudir a las actividades culturales y sociales que organiza el Consulado Suizo de Barcelona (Gran Via de Carles III, 94), o emprender un apacible paseo deshopping. Hasta el 4 de abril, en la BCM Art Gallery se podrá admirar el trabajo de la pintora suiza Esther Hoffmann y, a partir del 18, La Galería (Consell de Cent, 279) acoge la colecciónSerie Barcelona, del pintor Alejandro Häsler.

Quienes se decanten por la segunda opción, el paseo de Gràcia puede convertirse en su principal escenario. Aquí encontrarán gran variedad de firmas de relojes, como Swatch (paseo de Gràcia, 4), y productos cosméticos de Valmont o de la lujosa La Prairie, solo apta para los bolsillos más holgados. Para los fetiches, en Vinçon (paseo de Gràcia, 96) hay una agenda de diseño basada en la cruz suiza, además de sartenes de Khun Rikon, y los amantes del café -o de George Clooney- tienen la tienda Nespresso (paseo de Gràcia, 55). No se puede acabar la jornada sin darse un capricho con su producto estrella: el chocolate. Además del Nestlé y el gourmet, no hay que olvidar las marcas Lindt y Toblerone.