la PRivatización

El parque Güell y Montjuïc ya son de pago

CARLES COLS

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El Ayuntamiento de Barcelona ha encontrado una controvertida solución para atajar la creciente saturación de algunos espacios públicos: cobrar entrada. Así ha sucedido, de momento, en el parque Güell y en el castillo de Montjuïc. Es cierto que en paralelo se ha creado una fórmula para que los barceloneses puedan acceder a esos recintos sin coste alguno, pero es alambicada y poco popular.

La privatización de espacios públicos forma parte del abecé de toda ciudad turística. A los ciudadanos se les hurta el derecho de disfrutar de su patrimonio cultural. Así, a su manera, antes de que el parque Güell y el castillo de Montjuïc entraran a formar parte de esa lista, la Catedral ya había puesto en práctica una medida similar algunas horas del día. Formalmente es un donativo lo que se pide, pero la cantidad es fija y obligatoria.

Hace unos años hubo una polémica reveladora en el Gòtic. Un hotel de lujo abrió sus puertas en una pequeña plaza. Lo primero que hizo fue quejarse de que los niños de una escuela infantil iban a la plaza durante la hora del patio. No les dieron la razón, pero fue sintomático de la actitud del sector.