Un meteorito no identificado

José Antonio López Espinosa, en el Turó de la Peira, esta semana, cerca del lugar donde cayó el meteorito.

José Antonio López Espinosa, en el Turó de la Peira, esta semana, cerca del lugar donde cayó el meteorito.

MAURICIO Bernal

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La única información disponible sobre el meteorito que cayó o supuestamente cayó en 1969 en el Turó de la Peira se encuentra en el archivo de 'Abc', una información literalmente a pie de página, breve y escueta, que recoge el hallazgo de «pedazos de una extraña roca incrustados en la tierra», «calientes a pesar de la recién caída lluvia», en un punto no identificado del barrio barcelonés; «barriada», consignó entonces 'Abc'. Era el 9 de septiembre de 1969. «¿Lo ve? ¡No hay casi nada!», dice José Antonio López, con el entusiasmo del que siente debilidad por la conspiración. Si no hay datos, viene a decir, por algo será, y en ese algo está el meollo del asunto. López es cartero y forma parte de la división de urgentes de la oficina de Correos de Sants. «Voy en moto», explica. Pero también es cineasta. Un curso de dirección que hizo hace 5 años y un puñado de seminarios a los que se apuntó más tarde le dieron la seguridad y el descaro para empezar a hacer sus propias películas, con sus pocos medios y su tiempo libre. 'Ovnis en el barrio' es el título de la segunda: su primera obra exhibida en el circuito comercial.

-Fue aquí. Justo aquí. En 1969 cayó un meteorito justo aquí.

Dice el protagonista, bien avanzada la película.

-Un meteorito con vida extraterrestre en su interior. Justo aquí…

¿A quién le habla? A un calvo grandullón que pasa por ahí.

-Los científicos dictaminaron que procedía del cometa Halley. Solo se han documentado dos casos iguales a este en todo el mundo. Curioso, ¿verdad? Justo aquí, ¿se da cuenta?

Sentados en una pequeña plaza de superficie arenosa, sembrada con árboles y un par de bancos: el uno habla y el otro escucha.

-¡Se trata de una prueba incontestable de la existencia de vida extraterrestre! Justo aquí…

Un meteorito, y en el Turó de la Peira: qué más se puede pedir. El cartero López tuvo la primera noticia al respecto en un libro singular del que al parecer no circulan muchos ejemplares, 'Catalunya misteriosa', de Sebastià d'Arbó, que encontró en la Biblioteca de Sants, y le pareció que semejante dulce era lo que buscaba para construir en torno su segundo proyecto cinematográfico; sobre ovnis y sobre extraterrestres, y sobre, en resumen: nuestra ficticia soledad.

«En el Turó de la Peira, barrio barcelonés, don José Castillejos Ortiz, de 30 años, encontró en los alrededores de su domicilio pedazos de una extraña roca incrustados en la tierra, de modo que hubo de escarbar en el terreno para extraerlos y comprobó que estaban calientes a pesar de la recién caída lluvia -relató 'Abc'-. Se trata de un mineral verdoso que ha cobrado peso desde el momento en que sus fragmentos fueron tomados del suelo. Alrededor de la piedra, según asegura el señor Castillejos, había unos bichitos blancos que no se atrevió a recoger». Bichitos blancos. Nada como unos bichitos blancos junto a una roca caída del espacio.

López Espinosa -así firma- cree en la vida extraterrestre, dice que su existencia está demostrada por la ciencia y hace desfilar por la película a una docena de personas cuyos testimonios apuntan en esa dirección, incluyendo a los que han tenido o dicen haber tenido contactos con extraterrestres. La película es obra suya, en el más abarcador sentido de la palabra (sonido, cámara, fotografía, producción, dirección, etcétera), así como suyo o de su tesón fue el triunfo de verla exhibida hasta el jueves pasado en los cines Maldà. «Tuve que crear mi propia distribuidora, era la única manera». No debe de haber muchos carteros cineastas en el mundo, y quizá solo uno dueño de su distribuidora. «Todo esto me ha hecho pensar, y he llegado a la conclusión de que en el mundo del cine yo mismo soy una especie de ovni».

Ningún estudioso consultado por este diario tiene constancia de la existencia del aerolito de marras. Maravilloso, se relame el director. Maravilloso.