FINAL FELIZ PARA UNA LARGA REIVINDICACIÓN

Las 'viudas de Rubianes' se vienen arriba y colocan su propia placa en la plaza del actor

Los amigos del cómico se anticipan al ayuntamiento y señalizan de madrugada el espacio que le ha sido concedido

Placa provisional de la Plaça de Pepe Rubianes

Placa provisional de la Plaça de Pepe Rubianes / periodico

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cenaron en La Camarga. "Esperamos que sin micros". La broma, casi obligatoria, la hace Joan Lluís Bozzo, uno de los comensales. La cena navideña de 'las viudas de Pepe' estaba planificada hacía días, se ven regularmente, pero este domingo tenían mucho que celebrar. 

Se habían levantado con la noticia en EL PERIÓDICOEL PERIÓDICO de que su querido Pepe tendría, al fin, una plaza en Barcelona. "Bien, un lugar para salir del paso, porque es más bien un no-lugar, pero, bueno, ya está en el nomenclátor y estamos muy contentos", explica Bozzo. Pero no era momento de lamentos sino de celebración. Tenían cerrada la asignación del nombre. Al fin. Ahora querían la placa. Brindaron por ello. "De nada sirve que la placita se llame así, si todavía no lo pone en ningún lado", recuerda que comentaron en la cena. Una cosa llevó a la otra y para algo son un colectivo de artistas.

Cogieron, haciendo gala de la esencia gamberra del grupo, uno de los tomos de la enciclopedia que viste las paredes del restaurante -"era el libro más grande que había"- y arrancaron la primera página, en blanco. En ella el 'tricicle' Joan Gràcia -otra de 'las viudas'- empezó a escribir "Plaça de Pepe Rubianes. Actor galaico-catalán, 1947-2009", imitando con atino la tipografía propia de las placas de la ciudad. Para la foto, lo tenían fácil: "La de EL PERIÓDICO estaba muy bien elegida". La recortaron, la pegaron y ya estaba lista la placa.

FARANDULEROS Y CON RECURSOS

Con la alegría propia del festejo decidieron, entre risas pero muy en serio, que tenían que colgarla, y que durara. Para ello había que plastificarla. Pero, ¿cómo? Era domingo, a las 12 de la noche, no tenían forro a mano. Pidieron celo en el restaurante y, con paciencia, fueron pasando tira a tira hasta que quedó perfectamente plastificada.

Bajaron entonces hasta el Paral·lel para rematar la jugada. Con más recursos que MacGyver, pensaron primero en pegarla con chicles. Se metieron todos un chicle en la boca y empezaron a mascarlo para preparar la masa. "No funcionó, claro", confiesa entre risas Bozzo. Acudieron entonces a un colmado del Paral·lel y compraron pegamento extrafuerte. Entonces Maria Rosales, otra de 'las viudas', se encaramó en su moto y culminó la operación. Esperan que se mantenga allí hasta que el consistorio coloque la placa definitiva. Cuando eso suceda, ya tienen siguiente objetivo: luchar -a su canalla y festiva manera, por supuesto- por el reconocimiento a Carles Flavià, fallecido el pasado mes de marzo a los 70 años.

REÍRSE HASTA DE LA MUERTE

Como con Pepe, este irreverente grupo de amigos no pierde el humor ni ante la muerte, de la que, cómo no, también se burlan. La primera esquela de Flavià, redactada por él mimso, dejaba a sus 'viudas' el listón bien alto a la hora de redactar los recordatorios para los aniversarios: "Capri, 'c'est fini'. A mis 70 años no he de preocuparme por el futuro. Ni residencias, ni carrito empujado por peruano. Mi futuro inmediato es Sancho de Ávila".

La penúltima cena del grupo -la anterior a la de este domingo- fue hace un par de semanas, para homenajear al actor Queco Novell por el gag 'Mariano, solamente' que hizo en el 'Polònia'. "Solemos ser muy críticos con las imitaciones que se hacen de Pepe. Casi nunca nos gustan -reconoce Bozzo, pero la de Queco fue deliciosa".