Horarios en barbecho

El ayuntamiento no ampliará la apertura comercial hasta que los ejes vayan juntos

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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El ayuntamiento remolonea con el asunto de los horarios comerciales. Prometió que en octubre presentaría un informe en el que se detallara las consecuencias de la apertura comercial en domingos y festivos desde el 1 de julio hasta mediados de agosto. Dijo ayer Sònia Recasens, teniente de alcalde de Economía, que en noviembre tendrán los deberes hechos. Esta espera despierta todo tipo de suspicacias entre los grupos de la oposición, que de momento se bastan con los estudios que sí han hecho otras entidades y que parece no dejar en buen lugar la iniciativa.

El debate lo generó una proposición de ERC que tras un acuerdo con el gobierno de CiU se quedó en una mera declaración de intenciones. Los independentistas, los de Esquerra, pedían a Trias "descartar cualquier nueva propuesta de ampliación de horarios comerciales e iniciar un periodo de reflexión", y el redactado consensuado lo suavizaba con el añadido de contar "con el consenso de todo el sector". Es decir, sí se permitirá abrir cuando en principio no toca si los ejes comerciales comulgan con la idea, algo que no está previsto que suceda en ningún caso en una ciudad con modelos de botiguer tan dispares, desde la arteria con tiendas de toda la vida, pongamos por caso la concurrida calle de Sants, hasta el paseo de Gràcia, una de las avenidas más comerciales de toda Europa.

Encuestas «trampa»

El hecho de que el ayuntamiento tarde tanto en presentar las conclusiones sobre la medida alimenta los argumentos de los que opinan que la cosa no fue bien y que el gobierno se esmera ahora en buscar la mejor manera de parar el golpe. Los que ya han avanzado en la materia son la Confederación del Comercio de Catalunya y Barcelona Comerç, que han realizado sendos estudios que tanto CiU como PP, hacedores del pacto de ampliación de horarios, parecen respetar a la vez que soslayar. El conservador Javier Mulleras se quejó de que se haga tanto caso a "un estudio que solo ha preguntado a poco más del 1% del total de comercios de Barcelona". Se refiere al análisis del que este diario se hacía eco el 24 de octubre y en el que cerca de 500 botiguers opinaban sobre el modelo económico de Barcelona. "Es una encuesta trampa que, por ejemplo, no ha preguntado a nadie de Pelai ni Rambla Catalunya", se quejó.

Un pacto irreal

Jordi Portabella (ERC) consideró que las premisas sobre las que se fraguó el pacto "no se corresponden con la realidad", y echando mano de esos mismos documentos, consideró inquietante que los costes se incrementen en esos días festivos de persiana subida, que solo el 6% contratara a personal eventual cuando esta debía ser una medida para combatir el paro, y que el 65% de comerciantes consideren que abrir en los días de descanso no esa rentable para su negocio. Así las cosas, Recasens, que en ningún momento entró en el fuego cruzado porque el retraso a la hora de presentar su propio informe se le podía girar en contra, recordó que este es "un debate nada fácil pero que tiene cualquier ciudad internacionalizada". La medida se aprobó. A favor ERC y CiU, que logran tiempo y dejan la pelota en el tejado de los ejes. En contra el PP, con cierto ataque de cuernos y deseoso de la libertad comercial. Abstención del PSC e ICV-EUiA, a la espera de conocer la realidad según el gobierno.

ICV-EUiA reclamó renunciar a triplicar el techo comercial de Heron City, un ruego quefue rechazado por el teniente de alcalde de Hábitat Urbano, Antoni Vives, que dijo compartir la "visión general" de los ecosocialistas pero insistió en que primero deben analizar todos los informes y esperar a que se presenten alegaciones.