Fotos por una causa

Alo lejos la silueta de un adolescente prevalece sobre la neblina y sobre esa temida marea que abandona algas muertas en la arena de una playa de la Bretaña francesa. La imagen captada por Mònica Roselló con su inseparable polaroid forma parte de la exposición colectivaUna obra de arte obra una vida, a la que 73 fotógrafos han donado una de sus obras para recaudar fondos con destino a la oenegé Orphan Aid Africa en su lucha contra el tráfico ilegal de niños que se quedan huérfanos o abandonados en Ghana.

La instantánea de Roselló simboliza la fragilidad y soledad que siente un niño expuesto a una extrema pobreza, rodeado de muertes por epidemias como el sida y por hambrunas causadas por la sequía. Orphan Aid Africa asegura, a través de su página web, que apoya a la familia de los pequeños en riesgo de desamparo. «En Ghana, llevar a niños no huérfanos a un orfanato que carece de cualquier regulación no es la salida. Trabajamos para mantener a las familias unidas, para enviar a los niños a las escuelas y para proteger la vida de las madres».

La llamada de esta institución fundada en el 2002 por la periodista Lisa Lovatt-Smith ha tenido cálida respuesta. La galería Raíña Lupa, que dirige Rocío SC Santa Cruz, acoge hasta el 5 de enero esta exposición en la que participan los cineastas Isabel Coixet y Bigas Luna y los fotógrafos Colita, Manel Esclusa, Jordi Guillumet, Manuel Outumuro, Jordi Azategui y Marc Plantec.

El día de la inauguración, el pasado jueves 15, un único cliente adquirió 14 fotografías animado por la ayuda que aporta a la oenegé y también por la oportunidad de adquirir piezas originales firmadas por el autor a un precio por debajo del que sugieren las leyes del mercado.