Experto en frankfurts, quiere ir a 'Top chef'

Están los concursos, con Top chef y Top chefMasterchefen cabeza. El caso de Arguiñano comienza a ser de una longevidad televisiva al alcance solo de Jordi Hurtado. Luego está lo que se ve en casa. Eso también influye. Y, por último, no hay que menospreciar el mimo con el que estos últimos cuatro años Santa Coloma ha tratado todo aquello que tenga que ver con la gastronomía, la dieta y la industria alimentaria. Así que no es extraño que el curso de cocina como actividad veraniega para niños y adolescentes haya captado la atención de entusiastas como Max Olivares, hasta la semana pasada, según él, muy bueno en casa en la cocción de salchichas de frankfurt y de tortillas, y que desde ahora, ya puede incluir en su currículum como cocinero las magdalenas.

«Cuando acabe el curso me encantaría apuntarme a un cásting para Top Chef». A favor tiene, para llegar a esa meta, el entusiasmo. En contra, su aversión a las verduras. Siempre podría ser peor, y no es así. Le gusta el pescado. Eso es un punto a favor. Otro más lo es que salta de contento cuando descubre que el menú del día en el casal de verano es un plato de lentejas, incomprensiblemente otro enemigo declarado de la infancia.

Tal vez el problema esté en la receta. Nada que un buen curso de verano no resuelva.