Entre China y Catalunya

Xiqi Yuwang vive entre Valencia y Zhejiang. Entre la modernidad y las tradiciones. Entre el diseño en Europa y los veranos en el caserón de Wenzhou, donde florecen dos árboles de magnolia blanca, esa flor de aroma dulce que acompaña sus estancias en China y que da título a una exposición fotográfica. La muestra, que ayer se inauguró en la Casa Golferichs, es el eje de un ciclo de audiovisuales que explora cómo son y cómo viven, qué piensan y qué sienten los chinos de Catalunya.

Yuwang (China, 1975) se instaló en Valencia en 1989. Se graduó en moda y fotografía y sus trabajos delatan su interés por la vida cotidiana de la comunidad china en España, por el peso de una herencia milenaria y sus contrastes con la modernidad. Magnolia blanca es el resultado de un año de trabajo en su país de origen, un diario familiar con 60 imágenes de «lluvias sin cesar, noches con el zumbido de los mosquitos y el aroma de la magnolia entre cortinas», según explica él mismo.

PROYECCIONES / La exposición es el punto de partida de un ciclo de audiovisuales que bucea en la realidad de los chinos catalanes. ¿Qué vínculos mantienen con sus lugares de origen? ¿Cómo es su día a día? ¿Son de la misma etnia? Estas son algunas de las preguntas que formulan las seis cintas del programa, que se proyectarán durante cuatro martes consecutivos en la Casa Golferichs y que presentarán sus propios autores.

El ciclo abre hoy con Intersecciones, un proyecto de Irene Masdeu y Ramon Oliveras que nos acerca a Qingtian, el principal sitio de origen de los chinos catalanes. El 5 de mayo se podrá ver Em dic Peng, que resume la vida de Peng Ruan desde el 2002, y Se l'han quedat els xinesos, que explora quiénes son los nuevos propietarios de muchos bares de El Prat. El ciclo se completa con el documental Obert 24 hores (12 de mayo) y dos filmes de ficción, El lugar que nos une y La ciudad de Gao Feng (19 de mayo).