La Cursa gana público y suma 65.000 corredores

Tras la descarga de lluvia que se produjo la tarde-noche del sábado el tiempo permitió ayer que miles de barceloneses tomaran las calles con una temperatura ideal para correr y celebraran la carrera popular más multitudinaria de Europa: la Cursa de El Corte Inglés. La prueba no solo corroboró el repunte que viene viviendo desde los últimos años, sino que con 65.453 participantes obtuvo la séptima mejor afluencia conseguida en sus 34 ediciones, una cifra que no se registraba desde 1997.

Y un exitazo que no fue tanto para Mohamed Benhmbarka, que aspiraba a hacer historia convirtiéndose en el primero en ganar cinco veces esta competición. No pudo ser y fue superado por el debutante en esta cursa Abderrahim el Jaafari, quien con un crono de 32,43 batió la marca de la prueba. En tercera posición, Pol Guillén. En la categoría femenina, la barcelonesa Raquel Parrado, con un tiempo de 39,46, se impuso en los 11 kilómetros después de adelantar en el descenso de Montjuïc a Hassna Bahom, segunda, reeditando así su victoria del 2005. La tercera plaza, como en el 2011, fue para Inna Lebedieva.

CARROS, PERROS Y UN DRAGÓN / El aumento de público que se ha vivido los últimos años (al margen de la cifra de 109.547 atletas que en 1994, cuando no había tantas carreras, hizo que esta prueba entrara en el récord Guiness) ha sido tanto en su vertiente popular como en la de los expertos en estas lides, o sea, aquellos que corren con un chip colocado en las zapatillas para controlar tiempos. Ayer, en concreto, hubo 7.613 participantes con ese artilugio, un 25% más que el año pasado. Como es habitual, tomaron la salida en el paseo de Gràcia con la Gran Via tres minutos antes que el pelotón, con lo cual pudieron esquivar a decenas de carros con bebés a bordo, perros (que deberían merecer un capítulo aparte dado que muchos coincidieron en considerar que su participación también ha crecido, a la par que se ha sofisticado su indumentaria deportiva) o incluso al Drac de Gràcia, una megabestia de cartón piedra a la que sucollasacó a pasear.

Porque de hecho, la Cursa más que una carrera es una fiesta popular en la que prima el buen rollo. Como el que transmite Damià Roig, que cruzó la meta con parsimonia dos horas y 17 minutos después que el ganador. También les diferencia la edad. El Jaafari tiene 29 años. El otro atleta, 105.