Las constructoras de Glòries niegan ser responsables de los males de la obra

No parece, por el momento, que las empresas constructoras de la fase 1 del túnel de Glòries quieran iniciar una guerra abierta con el Ayuntamiento de Barcelona. El gobierno de Ada Colau anunció el lunes la rescisión del contrato de obras, firmado en marzo del 2015, y las compañías implicadas han optado por la prudencia, a la espera de estudiar los términos de la resolución del acuerdo. Lo que sí han expresado Comsa, Copisa, Rogasa y Benito Arnó e Hijos es su desacuerdo con la decisión: "No compartimos la responsabilidad que se nos atribuye en relación a los retrasos y sobrecostes, ya que la UTE (unión temporal de empresas) tuvo que asumir un proyecto constructivo que no se correspondía con la realidad a pie de obra, tal y como se desprende del informe técnico del Instiuto de Tecnología de la Construcción de Catalunya (Itec).

El documento al que hacen referencia las empresas es la auditoría presentada el 23 de marzo, que destapaba un sobrecoste de 12 millones de euros y un retraso en la entrega de la obra de 19 meses. Amén de infinidad de imprevistos y decisiones discutibles acerca del devenir del proyecto, tanto en su ejecución como en su planificación. "Pese a ello -reza el comunicado-, los trabajos encomendados hasta la fecha se han continuado ejecutando con normalidad y la UTE ha colaborado en todo momento con todos los agentes del proceso para evitar la paralización de la ejecución de las obras". Ángel Sánchez, director de BIMSA, la empresa municipal encargada de la supervisión de la obra que ya ha notificado el cese del contrato a la UTE, avanzó ayer que en un plazo máximo de un mes y medio, la zona central de la plaza de las Glòries quedará desierta de operarios y máquinas. Se establecerá un perímetro de seguridad cuya vigilancia saldrá por 23.000 euros al mes durante el tiempo en que los trabajos estén detenidos. 

10 preguntas clave sobre el futuro de Glòries

FACTURA DE 83 MILLONES

El nuevo calendario municipal prevé reiniciar la obra en enero del 2018, tras haber realizado todos los trámites administrativos para escoger una nueva constructora que termine el 40% de túnel que todavía queda pendiente entre Castillejos y Badajoz. Quien asuma el reto deberá salvar uno de los escollos del proyecto: pasar un metro y medio por debajo del túnel ferroviario de Adif, con todo lo que ello conlleva a nivel de posibles imprevistos. El nuevo contrato se licitará por 40 millones de euros, de manera que la obra completa de la fase 1 del túnel de Glòries salga, aproximadamente, por 83 millones de euros, 23 más que los 60 que ofreció la UTE ganadora del concurso en el 2015. Según el ayuntamiento, modificar el actual contrato hubiera encarecido todavía más el plan, hasta los 96 millones de euros. El consistorio espera poder terminar el túnel en enero del 2020. Si se hará la segunda fase de la galería, hasta la Rambla del Poblenou, ya se verá.