LA OPOSICIÓN A BARCELONA EN COMÚ

'El run run' de Trias

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CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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A CiU le bastan 55 segundos para resumir el primer año de Ada Colau al frente del Ayuntamiento de Barcelona. Diagnóstico, como es natural: desastre absoluto. A través de un vídeo colgado en las redes sociales, la federación nacionalista -sí, en la capital catalana Convergència y Unió siguen juntos y revueltos- carga con dureza y acidez contra la alcaldesa, a la que le recuerda los episodios que, en opinión del partido de Xavier Trias, han marcado 12 meses "de mal gobierno". Todo, con la famosa canción del run run de fondo que la líder de Barcelona en Comú hizo célebre durante la campaña electoral.

La cinta no permite pestañear. La frenética sucesión de imágenes -en un estilo quizás más propio de la formación que es objeto de crítica- dibuja una ciudad sin control, desde los manteros hasta el sexo en el metro, pasando por la contratación de familiares por parte del equipo de Colau, los altercados de Gràcia o el conflicto laboral en TMB. También aparecen la fiesta que un grupo de jóvenes se marcó en un vestíbulo del metro. Curioso: el subterráneo merece tres menciones, entre las huelgas, el célebre coito en el andén de la estación de Liceu y la 'rave' no autorizada, el 16 de enero, en la línea 4.

DONDE MÁS DUELE

No se olvida CiU del pacto entre Barcelona en Comú y el PSC para formar un gobierno en minoría. "De calificarlo de mafia, a pactar con ellos", resume. Convergència se acuerda de igual manera de la contratación de personas cercanas a algunos miembros del gobierno. "De criticar a la casta, a colocar a la pareja", censura el vídeo, con la imagen de fondo de Colau besando a su pareja, Adrià Alemany, otro de los artífices tanto de la PAH como de la coalición que acabaría ganando las municipales del año pasado. También recibe Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde, por el fichaje de su compañera, que forma parte de su gabinete. 

A la alcaldesa se le recuerda que el ayuntamiento, el pasado abril, concedió la gestión de la atención domiciliaria a una empresa de Florentino Pérez, que desbancó a dos entidades sociales en el concurso público. "De perseguir a los poderosos, a contratarlos", le afean. Y sobre su aparición, en el 2007, en un acto electoral de Imma Mayol, disfraza de superhéroe antiespeculación del ladrillo, le espetan: "De V de Vivienda, a V de Vanity Fair", adjuntando las fotos que la alcaldesa se hizo en el Saló de Cent para esta glamurosa revista.

Todos estos asuntos centrarán el balance que el martes, de una manera menos coloquial y más en detalle, ofrecerán tanto el exalcalde como el que está llamado a ser su sucesor, Joaquim Forn.