Búsqueda de consenso para el abordaje social de los manteros

Más de tres meses después de la enésima explosión del debate acerca de la proliferación de manteros en las calles de la Barcelona, esta vez la voluntad del gobierno de la ciudad es impulsar el abordaje social del fenómeno. Tras un comportamiento algo errático a la hora de desplegar más o menos policía en los puntos calientes y de que esto generara el rechazo de algunas asociaciones de comerciantes y de rebote de ciertos grupos de la oposición (principalmente CiU, Ciutadans y PP), la constitución de una Taula de Ciutat sobre la venta ambulante irregular aspira a consensuar ciertos mínimos.

"Creo que trabajar en la prevención, no ser permisivo con la colocación de los manteros o fomentar la inserción sociolaboral de estas personas pueden ser puntos en común", expone el concejal de ERC Jordi Coronas, que preside la Taula. El republicano está intentando que la primera reunión se celebre la semana que viene pero previamente está manteniendo encuentros bilaterales con algunos de los actores. Hasta con el PP.

ENCUENTROS CONCURRIDOS

Y es que el grupo municipal que lidera Alberto Fernández ya avisó días atrás que no participará de este órgano, al que sí acudirán los otros partidos con representación en el consistorio, la Federació d'Associacions de Veïnes i Veïns de Barcelona (FAVB), comerciantes, representantes de asociaciones de derechos humanos, organizaciones de consumidores, la Síndica de Barcelona y hasta portavoces de los manteros, recuerda Coronas. Por parte del gobierno, además de la segunda teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz, acudirán los comisionados de Inmigración, Comercio o Seguridad.

La intención del gobierno de Ada Colau, de acuerdo con ERC, es que los encuentros se celebren una vez al mes, aunque ahora al inicio a lo mejor son necesarias más reuniones, admite Coronas. Está previsto que se acabe redactando una medida de gobierno, en la que se detallarán las políticas a seguir. Entre otras estará la mejora de las estrategias para que el colectivo tenga acceso a los servicios sociales; que se acompañe en la regularización en los casos que sea posible o, en el ámbito laboral, que se ideen planes de ocupación.

La creación de un mercado social en el que tuvieran cabida estos manteros es otra de las fórmulas que está sobre la mesa pero de momento carece del consenso imprescindible.