En busca de un escaparate fugaz

Los sombreros y complementos de Miyuu se vendían con alegría en la última convocatoria de Palo Alto. Detrás de la producción y también del efímero mostrador estaba su artífice, Cristina Arias, sumergida hace menos de un año en el universo de los mercadillos de tendencias que afloran en Barcelona. Para esta emprendedora, ir a un 'market' significa «visibilidad» y la oportunidad de conectar con un cliente entusiasta, cuando no hay presupuesto para montar una tienda fija.

Con una carrera forjada entre multinacionales de la moda (compraba estocks de lujo para venderlos desde un plataforma comercial en China), dio un giro a su vida el pasado verano y se decidió a profesionalizar poco a poco lo que siempre había sido un 'hobby'. Creo la marca Miyuu, integrada por estilosas prendas tejidas por ella misma, y también por diseños que crea pero ejecutan otras empresas de confección especializadas, como una línea de complementos con piel de conejo (material que se recicla procedente del sector alimentario).

Todavía no tiene una página web, por lo que los mercados son su plataforma al público y las redes sociales su forma de promoción. Desde instagram y facebook, y también con presencia en blogs de tendencias va cautivando a más seguidores.

Ha pasado ya por Palo Alto, el Gallery, el Zoco de CDLC, el Vintage Festival de Sant Cugat, Downtown... y hasta por el De mano en mano antes de crear la marca. Poco a poco, aprende donde encontrar un público más afín y un mejor trampolín de ventas. «No es fácil, porque la logística, el frío y los riesgos de no vender están ahí», advierte, pero la aventura es un primer paso a una mayor distribución. Ahora mejorará su formación empresarial en una plataforma del 22@, con el respaldo de llevar su escaparate fugaz por media Barcelona.