Jaume Collboni: "Un gobierno debe confiar en su Guardia Urbana y esta tiene que confiar en su gobierno"

Jaume Collboni ha entrado en el gobierno municipal en la peor semana de la alcaldesa, Ada Colau, entre el conflicto de Gràcia y el de la Guardia Urbana. Collboni niega cálculos electorales y afirma que Barcelona en Comú se dio cuenta de que gobernar en solitario era inviable.

¿Ha empezado ya el PSC a enderezar las políticas de Ada Colau, como dijo Pedro Sánchez que hará? Lo que hemos hecho es reforzar el gobierno para empezar a trabajar en áreas o reforzar áreas que nos parecen claves, como la económica, la urbanística y la de políticas sociales. Este es un acuerdo que tiene el apoyo de la dirección del partido, en el Estado y en Catalunya, y que además está avalado por el 90% de la militancia de la ciudad de Barcelona, por lo tanto, más allá de las declaraciones que se puedan hacer en este escenario preelectoral, el conjunto del partido está comprometido con este acuerdo.

Usted llega a un gobierno que se asocia con el cambio pero también pone en valor que el PSC ha dirigido tres décadas Barcelona. ¿No es contradictorio? El PSC ha gobernado 30 años porque la gente le votó mayoritariamente y decidió que gobernara, y que lo hiciera mediante coaliciones de izquierda. A esta ciudad le ha ido bien cuando ha habido alcalde socialista y coalición de izquierdas. La historia de la Barcelona contemporánea o democrática es la historia  de la contribución que hemos hecho nosotros a la ciudad, con sus puntos oscuros y sus éxitos. El cambio es en relación con lo que hizo Convergència, no en relación con nuestra historia.

Un gobierno pequeño

¿Qué ha echado de menos y de más en el primer año de Colau como alcaldesa? Este era un gobierno pequeño, aunque tuvo un efecto mediático muy potente y seguramente pensaban, o mucha gente pensaba, que una victoria electoral era suficiente para gobernar toda una ciudad, y no es así. Esta ciudad siempre se ha gobernado buscando grandes acuerdos de ciudad. Creo que Barcelona en Comú ha entendido durante este año que esta es una ciudad muy grande, con una proyección internacional muy potente, con muchos retos sociales y se tiene que gobernar con socios.

¿Teme ser engullido por el colauismo? ¿Teme que se consume la sustitución del PSC por Barcelona en Comú? Honestamente, no hemos hecho cálculos electorales al hacer el acuerdo entre otras cosas porque nadie es capaz de prever qué pasará de aquí a tres años. Hubiera sido más cómodo  seguir en la oposición. No es nuestro talante ni el mío. No he venido a calentar la silla y a ver cómo a los demás les va mal o a tirar piedras. Soy de los que hace política pensando que los ciudadanos son inteligentes y saben discernir quién hace qué.

El principal eje de su discurso es la lucha contra el paro. ¿Qué hará para combatirlo? Primero, enviar un mensaje muy claro a toda la gente que quiere hacer cosas desde el punto de vista económico de que esta ciudad lo pondrá fácil. Segundo, reactivar las inversiones. Tenemos espacios pensados para que se instalen empresas de valor añadido. De valor añadido quiere decir lugares de trabajo bien pagados, que no nos acostumbremos a que un chaval que sale de la facultad o que acaba FP gane 800 euros.

¿En qué sectores se pueden encontrar esas inversiones? El gran potencial que tiene Barcelona es todo lo que tenga que ver con el conocimiento, desde la investigación a empresas tecnológicas. No cometamos otra vez el error de poner todos los huevos en una cesta.

GUERRA A LOS PISOS TURÍSTICOS

¿Qué hacer con el turismo? Creo que hay un problema de gobernabilidad del modelo turístico en la ciudad y que en la etapa anterior se les fue de las manos. El problema de la actual moratoria hotelera es que en esta ciudad había una propuesta de plan estratégico para gobernar el modelo turístico, para decidir qué modelo turístico queremos. Del gobierno de Jordi Hereu, consensuado con las entidades, con el sector hotelero, con la FAVB. Y llegaron los de CiU y lo guardaron en el cajón. Acabamos con el lío de los pisos turísticos y con un plan de hoteles que no existe. Si me preguntan si estoy a favor de la moratoria hotelera tal como la planteó el gobierno de Barcelona en Comú, digo que no. ¿Se tiene que hacer un plan de hoteles y prever cómo es el desarrollo del turismo en Barcelona? Sí, pero creo que no se tiene que hacer de forma reactiva, sino de forma proactiva.

¿Los apartamentos ilegales son el principal problema? Debemos declararles la guerra. Primero, porque son ilegales, porque no pagan impuestos y porque perjudican a la convivencia y a los a los que lo hacen bien, porque al final los ponemos a todos en el mismo saco. No es un tema sencillo. Los mecanismos de intervención son complicados.

Esta semana ha estado marcada por el conflicto de la seguridad, por las quejas de la Guardia Urbana a Colau. Quiero hacer una declaración de apoyo a la Guardia Urbana, y lo digo ya como gobierno. Un gobierno debe confiar en su Guardia Urbana y esta tiene que confiar en su gobierno.

LA GESTIÓN DEL 'BANCO EXPROPIADO'

El concejal socialista Daniel Mòdol anunció que en cuanto el PSC gobernara derribaría Can Vies. ¿Sucederá? No, se debe entender que en el transcurso de las comisiones, que en el caso de Urbanismo duran de media diez horas, alguien cometa un exceso verbal, absolutamente comprensible y humano.

¿Es Gràcia el Can Vies de la alcaldesa Colau? No hay comparación. Aquí se está hablando de un espacio que es privado y de la ejecución de una sentencia de desalojamiento y creo además que es injusto que se le atribuya a la alcaldesa una responsabilidad directa sobre este tema. No ha sido una decisión del ayuntamiento. Lo que es un poco extraño es que antes el ayuntamiento pagara un alquiler.

Llega otra campaña electoral. ¿Habrá conflicto con sus socios de Barcelona en Comú por la pugna entre Podemos y el PSOE? Viene un periodo de competición electoral, haré campaña por Pedro Sánchez y supongo que Colau, por su grupo. Yo estoy convencido de que la única manera de derrotar a Rajoy es votar a Pedro Sánchez. Se ha demostrado que allí donde no está Pablo Iglesias hemos llegado a acuerdos de izquierda y con él ha sido imposible. Lo hemos hecho en Madrid, en Valencia, en Barcelona, y no ha sido posible en el Estado.