CONTROL DEL CICLISMO URBANO

Barcelona pone firmes a los 'tours' turísticos en bicicleta

Turistas en la plaza de la Catedral, durante una visita guiada en bicicleta, en una imagen de archivo.

Turistas en la plaza de la Catedral, durante una visita guiada en bicicleta, en una imagen de archivo. / periodico

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / Barcelona

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Llega el buen tiempo y con él crece el número de turistas que recurren a la bicicleta para visitar Barcelona. Suelen ser grupos numerosos, de hasta 20 personas, que circulan en pelotón con una cierta desorientación solo atenuada por la presencia, si la hay, de un guía de la empresa de alquiler. La Guardia Urbana ha iniciado una campaña para tratar de poner orden en este boom de las excursiones ciclistas por la capital catalana. Los agentes, por ahora, se dedicarán a informar. Pasado un tiempo prudencial que no se ha concretado, sacarán la chequera de multas.

Carles Reyner, intendente portavoz de la policía local, ha presentado este miércoles la iniciativa asegurando que el objetivo es "ordenar, no sancionar ni perseguir este negocio en auge". La idea, ha concretado, es que las propias empresas conozcan la ordenaza y la trasladen a sus clientes, de manera que no se produzcan, por ejemplo, las aglomeraciones de ciclistas en zonas de interés público en las que no está permitida la presencia de bicis, como es el caso de la calle del Bisbe, junto a la catedral.

Multa de 30 euros para el ciclista y para la empresa

Cuando la campaña inicie la etapa de sanciones, la Guardia Urbana podrá multar tanto al turista como a la propia compañía de alquiler, colectivo que ya ha sido informado de la iniciativa. El problema se ha detectado, sobre todo, en las zonas de mayor concentración de turistas, un foco de interés que las excursiones ciclistas también explotan a pesar de lo que dicta la norma municipal.

La ordenanza municipal estipula que un ciclista no podrá circular por aquellas zonas peatonales en las que haya una presencia masiva de peatones, algo que sucede en la mayoría de callejuelas que rodean la plaza de Sant Jaume. Así las cosas, las salidas organizadas tendrán que buscar rutas alternativas para que no caiga sobre ellas todo el peso de la ley, en este caso, 30 euros por barba de turista.

Crecen las sanciones

Al margen de los extranjeros, la policía ha incrementado la vigilancia de las actitudes incívicas de los ciclistas locales. De esta manera, entre enero y abril se impusieron 1.497 multas, un 43,9% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando se recetaron 1.040 sanciones. Por categorías, 824 se impusieron por circular de manera arriesgada, 477 por no tomar las medidas de seguridad necesarias, 126 por circular por lugares no autorizados y 70 por estaciones de manera incorrecta.