FUTURO DE UN EQUIPAMIENTO CLAVE

Barcelona ofrece Can Ricart a Fomento como sede del Museu d'Urbanisme

Las instalaciones del complejo industrial de Can Ricart, en el Poblenou, ayer.

Las instalaciones del complejo industrial de Can Ricart, en el Poblenou, ayer.

XABIER BARRENA
BARCELONA

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Las naves de Can Ricart son, sin duda, un problema recurrente para el ayuntamiento. En el mismo momento en que la movilización vecinal impidió el plan de derribo de la mayor parte de la superficie construida del complejo industrial nació un gran interrogante: ¿Qué se puede hacer ahí? Una de las primeras cosas que hizo el gobierno municipal de CiU fue intentar darle una respuesta. El pasado verano Hábitat Urbano se reunió con el Ministerio de Fomento y, según confirman varias fuentes conocedoras de los entresijos de las conversaciones, ofreció albergar en la antigua fábrica del Poblenou la sede barcelonesa del Museu Nacional d'Arquitectura i Urbanisme Entiéndase aquí nacional como español.

Las conversaciones se detuvieron en cuanto el entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, convocó las elecciones para el 20 de noviembre. Se supone que en cuanto el nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy esté ya asentado, en especial la titular de la obra pública, Ana Pastor, se reabrirán las negociaciones. Eso sí, la coyuntura económica no parece que esté para grandes dispendios.

La tercera tenencia de alcaldía, la de Hábitat Urbano, señaló a este diario que en efecto «se mantuvieron conversaciones con el ministerio, pero nunca se llegó a hacer ninguna propuesta en firme, ni se ofreció terreno alguno. Tampoco Can Ricart, que no hay que olvidar que no es de propiedad municipal». El mismo portavoz municipal señaló que la tenencia «siempre ha comentado que le parecía interesante el ámbito de las Glòries» para la ubicación de la sede barcelonesa del museo.

CASA DE LES LLENGÜES / Las naves de Can Ricart debían albergar, en un inicio, el Linguamón, la llamada Casa de les Llengües, un centro que hubiera dependido de la Conselleria de Cultura de la Generalitat. La arquitecta Benedetta Tagliabue llegó, incluso, a realizar un proyecto para la sede de esta nueva institución. El alto coste acabó por dejar el plan en un cajón.

La referencia al ámbito de las Glòries, por parte de Hábitat Urbano, se acerca a la propuesta del PSC, a través del responsable en materia urbanística, Jordi Martí, de situar el museo del Gobierno (se precisan unos 7.000 metros cuadrados) en el edificio del Dhub, la famosa grapadora del despecho de Oriol Bohigas.

En opinión de algunos de los vecinos del Poblenou, la propuesta contiene algunas grandes ventajas. A saber. La más discutible, aunque posible, es presuponer que sea positivo que la financiación dependa del Estado y no de la Generalitat, habida cuenta de la pobreza que habita en las arcas de la administración autonómica. Con un ajuste de 40.000 millones pendiendo de la Moncloa, es difícil decir quién se halla en la pobreza y quién en la miseria.

EL EJE DE PERE IV / De concretarse, la instalación se complementaría estupendamente con el también proyectado centro sobre la ciudad contemporánea en otra nave, la de Oliva Artés. Ambos museos convertirían el eje de la calle de Pere IV y el parque Central del Poblenou en un «potente centro interpretativo del fenómeno urbano y metropolitano, desde la aglomeración industrial, de la que este barrio es su máximo exponente, hasta la transformación ligada a las nuevas tecnologías», en referencia al distrito del 22@.

Precisamente, la conversión de Pere IV en un eje cívico es una de las principales reivindicaciones de buena parte de los vecinos del Poblenou. Es esta una especie de reverso de otra vía que circula oblicua a la trama del Eixample, la Diagonal. La antigua carretera de Mataró cumple la misma función que la Diagonal con los edificios bandera del 22@ pero con los recintos en su día fabriles del Manchester catalán.

El nuevo eje cívico iría más allá del simple embellecimiento de la vía y tendría que ir forzosamente acompañado de la rehabilitación y puesta en funcionamiento de estos recintos industriales, sobre todo la enorme Can Ricart. Los principales fuerzas municipales coinciden en que tendría que haber un hilo conductor, al modo de los clústeres del distrito 22@ .

PARQUE SIN MURO / La reactivación de esta zona debería servir para dar un sentido al parque Central del Poblenou, de Jean Nouvel, más famoso hoy por el muro que lo rodea que por su verde. La propuesta es inmediata. Si se redujera la circulación de coches, ya no cabría proteger la zona verde de un entorno no tan agreste como el actual.