El ayuntamiento precinta las naves Bostik por falta de licencia y seguridad

El Ayuntamiento de Barcelona ha precintado hoy miércoles las naves Bostik, una antigua fábrica abandonada desde hace 10 años en Sant Andreu, en un espacio afectado por las obras de las estación del AVE en la Sagrera. El recinto fue recuperado desde hace poco más de un año como centro de actividades culturales y lúdicas imitando a la nave Ivanow, pero según el consistorio no tramitó ninguna licencia.

Según la misma fuente municipal, el precinto de las instalaciones se ha llevado a cabo porque las naves son inseguras y no disponen de licencia para ejercer actividad, sin que su responsable haya hecho los trámites para obtenerla pese a las reiteradas advertencias del distrito. No obstante, fuentes del colectivo indican que estaban realizando tareas de acondicionamiento del espacio (que estaba en pésimo estado), como paso previo a la petición de la licencia.

El impulsor del proyecto de las naves Bostik es el arquitecto y fotógrafo Xavier Basiana, que no ha cumplido los plazos que le fijó el ayuntamiento para cesar las actividades no autorizadas ni ha presentado ningún recurso contra la resolución de precinto que ya le fue anunciada el pasado 1 de julio. Un informe de la Gerencia de Urbanismo del pasado mes de mayo y otro de la Guardia Urbana del pasado junio certificaron que las naves carecían de condiciones de seguridad, sobre todo en sus instalaciones eléctricas, lo que motiva que nadie pueda entrar y se haya procedido al precinto.

Desde el ayuntamiento enfatizan que este no afecta a las actividades programadas en el exterior de la antigua fábrica, ni a la nave identificada como galería fotográfica y cine. Tampoco han sido precintados un espacio que está cerrado ni un taller adyacente que no tiene relación con la actividad cultural de las naves.

PROYECTO EN MARCHA

"Aquí queremos reproducir lo que es la nave Ivanow cultura alternativa sin ánimo de lucro", ha explicado un portavoz del recinto, que ha informado de que en las naves trabajaban entre 30 y 40 personas, entre voluntarios y artistas que tenían sus talleres. "Desde abril del año pasado, cuando entramos y esto era una inmundicia, lo hemos ido arreglando poco a poco, sólo con el trabajo voluntario", ha añadido.

Las naves eran una antigua fábrica de productos adhesivos que cerró hace una década y que el fundador de la nave Ivanow quería transformar en un centro de creación cultural alternativo. Consta de 12 naves, con más de 6.000 metros cuadrados, y Basiana tenía previsto que estuviera a pleno rendimiento la próxima primavera, mientras mantiene un convenio con la propietaria de los terrenos, La Llave de Oro, para permitirles las actividades mientras no necesite edificar en ellos.

Las naves Bostik están situadas entre las calles de Ferran Turné y el Pont del Treball, en la Sagrera, y durante los últimos meses habían acogido algunas exposiciones, reuniones, 'worshops' de danza y conciertos. Los terrenos están afectados por el plan urbanístico de Sant Andreu-Sagrera.