Iniciativa educativa galardonada

Aprender con la historia

Una de las fotografías antiguas del archivo de La Farigola de Vallcarca.

Una de las fotografías antiguas del archivo de La Farigola de Vallcarca.

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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El descubrimiento de la pared lo cambió todo. La historia se revelaba caprichosa ante sus ojos, como un regalo. Una recompensa a la labor hecha durante años. Fue en el transcurso de unos trabajos de mantenimiento de la escuela. Rascando la pintura para encalar quedó al descubierto la pared original del colegio La Farigola de Vallcarca, uno de los primeros centros públicos graduados de Barcelona. Antes ya había escuelas públicas, pero en ellas los niños estudiaban todos juntos, sin distinción de edad y en condiciones más que precarias. Pelearon y lograron que les dejaran un trozo al descubierto. Para los niños. La Farigola es uno de los ocho centros de la Xarxa d'Escoles Històriques de Barcelona (XEHB), en la que los equipos docentes comparten los proyectos basados en aprender a partir del propio patrimonio escolar. De ahí el inmenso valor de la pared.

La red nació en el 2011 a partir de la creación de un grupo de trabajo integrado por profesoras de escuelas e institutos de Barcelona en un campo de aprendizaje. Todos los centros participantes tienen en común que son públicos, creados antes de 1939 y que han hecho, de distintas formas, un aprovechamiento didáctico de su patrimonio escolar. Tienen también un objetivo final: impulsar la documentación y conservación de ese patrimonio para hacer una difusión didáctica.

COMPARTIR / «Que lo aprendido salga. Compartirlo tanto con el resto de alumnos como entre sus familias y la ciudadanía en general», explica Maria Pau Navarro, responsable de la iniciativa en el Jacint Verdaguer. Coordinada por el Institut de Ciències de l'Eduació (ICE) de la UAB, la red acaba de ser galardonada con el premio Manuel Bartolomé Cossío, promovido por la Sociedad Española para el Estudio del Patrimonio Histórico Educativo (Sephe).

El 17 de noviembre de 1918 el Ayuntamiento de Barcelona ponía la primera piedra de un grupo escolar en la riera de La Farigola, en Vallcarca, que fue bautizado con el topónimo del lugar en el que se levantaba. El colegio sustituía a la antigua escuela para niñas ubicada en lo que había sido un hostal, clausurado en 1913 por razones de higiene y seguridad. Los niños de P-4 -¡cuatro años!- descubrieron todo eso de la completa explicación que adaptaron para ellos sus compañeros de sexto. «Los pequeños querían saber qué era esa piedra que siempre veían con curiosidad en el patio -la primera del colegio-, y fueron a preguntárselo a los mayores, que hicieron todo el trabajo de investigación y prepararon una explicación adaptada a los párvulos», explica Montse Batallé, la impulsora del proyecto en el centro, inicialmente dirigido por Maria Baldó, una pedagoga que moriría en el exilio. «Otro de los trabajos que hicimos fue investigar quien fue Maria Baldó», dice la maestra.

En la investigación trabajaron varios aspectos que pasaron de curso a curso. Batallé detalla que cada sexto parte de lo que deja el sexto anterior -la investigación siempre la realizan los mayores-, con lo que se crea también una red de complicidades. «Estamos muy contentos porque después de mucho insistir, los niños han conseguido que en el parque junto al colegio, llamado Maria Baldó, el ayuntamiento coloque unos plafones en los que se explique quién fue», añade.

Ahora están trabajando en los textos y escribirán también un correo a los alumnos de los que heredaron la misión de lograr esas placas para invitarles a la inauguración. También han compartido con el mundo lo aprendido sobre la directora Maria Baldó -uno de los objetivos de la iniciativa- creando una entrada propia en la Viquipèdia. La escuela Jacint Verdaguer es otro ejemplo. En ella estudian la historia del siglo XX a partir del legado de la Exposición Internacional de 1929, a sus espaldas (están en la calle de Lleida).

COMPARTIR CONOCIMIENTOS / Otro de los centros de la red es el IES Lluís Vives, en la calle de Canalejas. Dentro de su proyecto, escribieron una obra de teatro a partir de las entrevistas que hicieron con exalumnos que vivieron los bombardeos de la aviación fascista sobre Barcelona dentro de la escuela. «A partir de los dibujos de aquellos niños que encontraron en el colegio, los localizaron y entrevistaron, y con todo el material escribieron unos textos preciosos con los que hicieron una obra de teatro y nos invitaron a ir a verla», explica emocionada Mercè Garcés, de la escuela Àngel Baixeras.

«La intención de la red es que no solo compartamos profesores, también alumnos», concluye Garcés. Entre los objetivos está crecer. Que el resto de históricas -hay más- se sumen a aprender de su historia.