CAMPAÑA DE VIGILANCIA DURANTE LAS FIESTAS

Cerco policial al abuso de alcohol en comidas navideñas de empresa

Un motorista pasa un control, ayer, en Diputació con Enric Granados.

Un motorista pasa un control, ayer, en Diputació con Enric Granados.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / Barcelona

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En las comidas de Navidad se hace muy difícil no brindar cuando es el jefe quien levanta la copa. Luego está el que ha sido padre, el que anuncia que se va a casar o el que iza el vino, grita el nombre de la empresa y el que no beba es un hereje. La Guardia Urbana conoce bien los riesgos que conlleva conducir después de estas celebraciones, así que hasta pasado Reyes dedicará parte de la campaña navideña de controles preventivos de alcoholemia a evitar que los trabajadores que han empinado el codo circulen por Barcelona. El otro ojo se enfocará hacia las motos, cuya siniestralidad -21 heridos al día y 17 muertos en lo que llevamos de año- inquieta y mucho a los que garantizan la seguridad en Barcelona.

CICLISTA BEODO // La operación Navidad empezó el pasado fin de semana con controles en todos los distritos de la ciudad. Hasta ayer a mediodía, habían soplado 252 personas, 43 de las cuales dieron positivo y seis superaron los 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, lo que conlleva pasar a disposición judicial. La anécdota de la jornada la protagonizó un usuario del Bicing que antes de coger la bici pública se cogió un buen pedal. Al carecer aún de un código de sanciones propio para las bicicletas, la Urbana le impuso una multa de 500 euros. El intendente Sergi Amposta aclaró ayer en este sentido que cualquiera que maneje un vehículo es susceptible de ser parado para pasar el control y recordó que un peatón también puede ser requerido para pasar el examen toxicológico «si provoca una situación de riesgo en la vía pública».

La experiencia y el conocimiento de los hábitos sociales ha llevado a la Urbana a ser más práctica en los controles de alcoholemia. «No es tan importante el volumen de pruebas, sino ser más efectivo y saber cuándo y dónde debes colocarte», concretó Amposta. Las cifras apoyan su tesis: en el 2009 se realizaron 141.175 controles y se cazó a 11.974 (8,48% del total), mientras que en el 2010, hasta el 31 de octubre, se han efectuado 94.397 tests con 8.550 positivos (9,05%). De cada 100 conductores, 1,3 superan la tasa que marca la vía penal y son detenidos.

EN EL CENTRO Y POR LA NOCHE / Los controles se intensificarán en la zona centro de la ciudad y durante la noche y la madrugada hasta las nueve de la mañana, franjas horarias en las que se prevé que haya mayor riesgo de que algún conductor circule más cargado de lo permitido. Amposta se esforzó en resaltar que el trabajo de la policía local es «prevenir y concienciar» al ciudadano y apeló a la «seguridad de todos» para justificar esta operación policial navideña que muchos ciudadanos enmarcan dentro de un supuesto empeño recaudatorio del ayuntamiento.

En cuanto a la vigilancia de las motos, Amposta admitió que la cifra de accidentalidad obliga a estar «especialmente atentos» con este sector. Preguntado por el número de motoristas muertos desde enero (17, misma cifra que en el 2009 a estas alturas del año), el intendente admitió que es un dato «preocupante» y reconoció que parte de la culpa la tiene el carnet B+3, que permite llevar moto a los automovilistas con tres años de permiso.