La vivienda social se redefine

La actual coyuntura de crisis  económica y la necesidad de reducir la demanda energética de los edificios con soluciones tecnológicas punteras han supuesto un doble reto para el Institut Metropolità de Promoció de Sòl i Gestió Patrimonial (Impsol), el organismo del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) encargado de coordinar todo el proceso de construcción y adjudicación de las viviendas de protección oficial (VPO)  a precios asequibles en los municipios que conforman el área metropolitana. En total, desde el 2011, el Impsol ha gestionado 900 pisos.

La crisis ha producido un cambio en la tipología de la vivienda que piden los adjudicatarios. «Hace unos años, debido al exceso de demanda, la oferta limitada y el elevado coste de las viviendas, se pedían pisos de 40 a 50 metros cuadrados en previsión de acceder a una vivienda más grande más adelante. En la actualidad, la tipología de vivienda más solicitada es la de 70 metros cuadrados y con el máximo número de habitaciones», cuenta Josep Maria Borrell, jefe del Servei de Construcció del Impsol.

espacios flexibles. Esta nueva manera de diseñar las viviendas responde a un cambio de mentalidad. Antes se buscaba una vivienda puente y ahora los compradores buscan cierta estabilidad. «Hacemos pisos flexibles que se adapten a los cambios familiares», añade Borrell, quien destaca la gestión en estos últimos cuatro años de 900 viviendas a precios asequibles, «un reto en la actual coyuntura económica». 

Las 900 viviendas gestionadas por el Impsol entre el 2011 y el 2015 se reparten entre 13 promociones ubicadas en las comarcas del Barcelonès, Baix Llobregat, Vallès Occidental y Maresme.

El Impsol ha detectado que estas promociones, además, compartan ciertos «ajustes demográficos». Cuando la promoción está más cerca de la ciudad de Barcelona, entre el 20 y el 30% de los adquirientes son personas que residían en otros municipios metropolitanos. En cambio, en las promociones alejadas de Barcelona, el adquiriente es del mismo municipio o del entorno más cercano.

Alquiler. Los demandantes de viviendas de protección oficial son, en su mayoría, parejas jóvenes menores de 35 años con rentas bajas (entre 13.000 a 25.000 euros brutos anuales). «En los últimos años, este perfil de demandante ha perdido la confianza necesaria para comprar una vivienda. Por eso el Impsol ha iniciado recientemente, a finales del  2014, una nueva actuación de alquiler de viviendas con opción de compra», destaca Amadeu Iglesias, director gerente del Impsol.

Por primera vez, el Impsol inicia una política de viviendas de alquiler asequible para adaptarse a las nuevas demandas. Las primeras 43 viviendas de alquiler con opción de compra impulsados por el Impsol se reparten entre cinco municipios metropolitanos: Sant Feliu de Llobregat, Rubí, Santa Coloma de Gramenet, Barberà del Vallès y Ripollet. Y en los próximos meses se sumarán otras 14 en Sant Andreu de la Barca. El precio del alquiler de estas viviendas está entre los 260 y los 450 euros, con IVA, IBI y gastos de comunidad incluidos.

COMPRA DE SUELO. El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) ha destinado 46 millones de euros a la compra de suelo urbano residencial, de las empresas propiedad 100% municipal, que actualmente atraviesan en su mayoría problemas de liquidez para tirar adelante nuevos proyectos.

La disponibilidad de suelo urbano será solo un primer paso, pero permitirá al  Impsol gestionar un Pla d'Habitatge de Lloguer Metropolità que garantizará uno de los objetivos del Impsol desde su fundación en 1992: facilitar el acceso a la vivienda.  «Este plan permitirá el desarrollo de unas 1.500 viviendas en su primera fase, todas de alquiler asequible», cuenta el director gerente del Impsol.