La otra división

A las 12 del mediodía, los 18 directivos azulgranas iniciarán una reunión extraordinaria que puede marcar el futuro social del Barça, como ya ocurrió hace cuatro años con el tema único que hoy debatirán: la acción de responsabilidad. La decisión del juez de desestimar la demanda que a raíz de la asamblea del 2010 y por solo 29 votos se interpuso contra Laporta y otros 16 directivos, ha dejado a la junta en un escenario que no esperaban y que ahora les obliga a tomar una decisión vital. Recurrir o no la sentencia, es decir, cerrar o dejar abierto un proceso que ha significado un duro desgaste social.

Hay una tercera vía, que pasa por convocar una asamblea extraordinaria de compromisarios en 15 días -sería el 22 de noviembre- y que sea ella la que tome la decisión. En el seno de la directiva, hay clara división. Pero algunos de los nombres de más peso, como Bartomeu y Faus, se han mostrado siempre contundentes en la idea de llegar hasta el final. Falta ver si están dispuestos a sufrir el desgaste que implicaría el recurso.

El argumento de cumplir el mandato de la asamblea

En el debate sobre el siguiente paso intervienen cuestiones de tipo legal, relacionadas con la facilidad con la que este club aparecen socios que sí leen la letra pequeña (o terceras personas en su nombre) y presentan alguna reclamación. Así, la junta sopesa que en caso de tomar una decisión por sí sola podría vulnerar el mandato de la asamblea y provocar que un socio presentara una demanda por incumplir esa voluntad. Es una interpretación que podría utilizar para justificar la convocatoria de una asamblea extraordinaria. De hecho, ayer mismo, un reducido grupo de socios, encabezado por Robert Blanch, responsable junto a Vicenç Pla de la demanda de los avales, envió un burofax instando al club a que presente recurso.

Vilarrubí y Freixa encabezan el grupo contrario a recurrir

Un grupo de directivos lleva tiempo reclamando parar el proceso. Toni Freixa, que ha cambiado de opinión con respecto a su postura inicial cuando votó a favor, ejerció sin éxito de intermediario para llegar a un acuerdo previo en un gesto que le ha pasado factura internamente. Carles Vilarrubí es otro de los que se ha significado reiteradamente a favor de cerrar este tema. El martes expresó su enorme malestar por un resultado que ya había advertido que se podía producir y que dejaba a la junta en una delicada posición. En el 2010, siete directivos, que aún siguen en el club, votaron en contra, en blanco o se abstuvieron.

Bartomeu, entre la conciliación o seguir hasta el final

Bartomeu ha lanzado repetidamente un mensaje conciliador, sustentado en su deseo de acabar con los diferentes frentes jurídicos y para marca distancias con el mandato de Sandro Rosell. El presidente ha reconocido de puertas adentro que el clima de crispación y el revanchismo de la anterior etapa ha perjudicado al club al acentuar los enfrentamientos y las críticas. Desde la marcha de Rosell, Bartomeu ha intentado apaciguar el ambiente. Hace unos días, el presidente llegó a un pacto con Jordi Cases para retirar la demanda sobre Neymar. Pero en el caso de la acción de responsabilidad el presidente se ha mostrado en privado partidario de ir hasta el final.

Faus y el peso de los partidarios de presentar recurso

A la posición ambigua de Bartomeu se une la opinión de Javier Faus, uno de los máximos impulsores de la acción de responsabilidad, y determinante en la reformulación de las cuentas. El vicepresidente económico es el hombre de más peso en el club junto al presidente, y la última prueba es el hecho de no haber hecho un solo movimiento esperando su regreso de Asia. Faus, que ha visto como el juez tumbaba sus números, es claramente partidario de presentar el recurso. Esta por ver cual será el papel de los otros directivos que, junto a Bartomeu y Faus, alzaron la papeleta con el sí en el 2010 y que en varios casos tiene también mucho peso: Arroyo,Mestre, Moix, Pont, Monje, Freixa (que ha cambiado de bando) y Coll (que ya no está tras dimitir). Un grupo que vio como inesperadamente y sin advertirles, Rosell alzó el voto en blanco.