El primer clásico

Mourinho ya sufre a Messi

El jugador argentino marca al fin su primer tanto a un equipo dirigido por el portugués

Messi se escapa de la presión de Cristiano Ronaldo, ayer en Madrid.

Messi se escapa de la presión de Cristiano Ronaldo, ayer en Madrid.

ANTONIO MERINO
MADRID

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En el partido 501º de Mourinho como técnico, el 50º al frente del Madrid, Messi decidió que ya era hora de marcarle a un equipo dirigido por el entrenador portugués. Lo hizo de penalti en el noveno enfrentamiento con el ahora entrenador del Madrid. Su tanto de ayer supone el número 49 en 47 encuentros, un registro que solo está a la altura de jugadores tan excepcionales.

Con el partido atascado por el excesivo respeto del Madrid al Barcelona y con la pizarra de Mourinho perfectamente interpretada por sus jugadores sobre el césped, el encuentro buscaba una figura, un jugador que fuera capaz de decantar la batalla hacia su lado. Las miradas se dirigían a los de siempre. Messi por el lado azulgrana y Ronaldo por el lado blanco. El primero tenía apuntado en su libro de ruta terminar con su mal fario y hacerle pasar un mal rato a Mourinho como goleador.

GRAN MOVILIDAD / El de ayer era el noveno encuentro del argentino frente al técnico portugués yla pulgano falló. Fiel a su instinto matador y a esa capacidad innata de decidir un partido, Messi se sacó la espina. Pese a que el encuentro no estaba para sus arrancadas con el balón cosido al pie, la movilidad del azulgrana provocó que el Madrid le pusiera una vigilancia estrechísima. Ni un minuto de respiro. Ni un hueco

por donde salir de su madriguera para emerger con ese centro de gravedad tan bajo hacia el área rival. La presencia de Pepe como mediocentro estaba destinada a no dejar vivir al argentino. Si eso no era suficiente, aparecía Khedira o Xabi Alonso. Todo un engranaje para cerrar la fuente de donde saca petróleo el Barcelona.

Con el partido encasquillado por el corsé con que Mourinho blindó a su equipo, Messi no se resistió a probar a Casillas. Lo hizo en un disparo que se fue alto a los 19 minutos. Mucho más certero fue su lanzamiento al filo del descanso, que obligó a Iker a realizar una buena intervención. Poco a poco, Messi comenzaba a parecerse a Messi, pese a que el encuentro no invitaba a ningún tipo de florituras.

No pudo el azulgrana expresar todo su talento, siempre amordazado por la zaga blanca. Sin embargo, acudió a su cita con el gol en otra de sus vertientes, el penalti. Llegó la pena máxima de Albiol sobre Villa. Messi pidió el balón, miró a Iker y disparó al centro. Gol, el primero a Mourinho y el 49 en su cuenta de resultados.

ESTRENO DE RONALDO / Con un jugador menos en el Madrid, se abrió un nuevo escenario para Messi en el primer maratón de clásicos. El argentino adivinó esa autopista que domina como nadie y comenzó a recorrerla con su habitual frescura. No dudó en arrancar desde su campo en ese eslalon que ya tiene un código de barras propio.

La temperatura del encuentro subió con el tanto del empate delMadrid. En una noche de estrenos goleadores, Ronaldo le hacía su primer gol al Barcelona después de siete encuentros: tres con el Manchester United y cuatro con el Madrid. Cristiano batió a Valdés de la misma forma como lo hizo Messi, que siguió tirando del carro azulgrana. El tanto del portugués suponía el tercero del Madrid en seis clásicos por 17 de los azulgranas. El último, el de Messi, el jugador eterno que nunca da la espalda en su compromiso por el fútbol. Ayer, sin alcanzar ese brillo que suele decorar su fútbol majestuoso y sus goles imposibles, rompió su maleficio con Mourinho. Será solo un paso más en su esplendoroso caminar como lo que es, el mejor jugador del mundo.