La prioridad de Messi

La estrella suma 27 goles en 24 partidos después de saldar otra deuda: ya ha marcado a 35 equipos

Messi es felicitado tras su gol ante Las Palmas.

Messi es felicitado tras su gol ante Las Palmas. / periodico

DAVID TORRAS / BARCELONA

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Leo Messi siempre tiene las mismas prioridades, digan lo que digan y hablen lo que hablen. Por mucho ruido que haya a su alrededor, el 10 no pierde nunca el sentido, ni en el campo ni fuera, ajeno a cualquier cosa que no sea el juego y la pelota. Messi las mata callando y así marcha, de récord en récord, resolviendo las pocas cuentas que le quedan por saldar. La última la liquidó ante el Las Palmas, al que de poco le valió cruzar los dedos para que no recordara que era el único equipo al que no había marcado.

Menudo es Leo para estas cosas. Parece que no está y no se le escapa ni una. Así que el Las Palmas no pudo escapar a su voracidad y pasó a formar parte de una lista interminable de víctimas: 35 equipos, nada menos. Solo hay alguien que le iguala, un símbolo madridista, Rául, que, curiosamente, por elogiar a Messi dejó de serlo para unos cuantos. Una frase de lo más inocente y políticamente correcta ("un placer disfrutar de sus goles cada día", escribió en un tuit), desató una ola de críticas y reproches. Desde chaquetero a mercenario, lo más suave, pasando por insultos irreproducibles. Basta nombrar a Messi para que el madridismo también pierda el sentido común. Ni siquiera la coronación de Cristiano parece servirle de consuelo, como si en el fondo asumieran que hay otro mejor que él.

EL SILENCIO DEL 10

Empeñado en superarse a sí mismo cada tres días, en ser mejor que el mejor Messi, el 10 anda escribiendo una temporada estratosférica. Suma ya 27 goles en 24 partidos, una barbaridad, y solo ha dejado de marcar en 6 partidos. Afinado como está, ha anotado 8 goles en los últimos 7 encuentros. Más decisivo que nadie en la eliminatoria de Copa ante el Athletic (anotó en la ida y en la vuelta), dejó una falta para recordar, fuera de su estilo habitual y que cerró una racha espectacular: tres en una semana.

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Fuera del campo, a Messi hace tiempo que no se le escucha y, de hecho, en su última aparición (24 de noviembre), la marca que le patrocina, Adidas, eludió trasladarle cualquier pregunta sobre su futuro. Otros han hablado por él. Por ejemplo, Luis Suárez, su mejor amigo en el vestuario, y que dejó en evidencia el disgusto por las palabras de Óscar Grau. "Hay que renovar a Messi y no tener sentido común", fue su contundente respuesta. Después del 5-0, rebajó la tensión. "Leo está muy tranquilo. El club sabe lo que quiere Leo, y él también". Lo que no quería era la destitución de Gratacós, como podría dar a entender la decisión del club (Albert Soler ha sido el responsable) ha dado a entender, a pesar de que sus palabras no le molestaron como sí lo hicieron las de Grau. 

INTERÉS MUTUO

Mascherano, otro de sus fieles, se expresó en la misma línea, en un mensaje más bien tranquilizador. "No tengo ninguna duda de que Leo y el Barça se necesitan. Es una relación que ha funcionado para los dos, ambos se han beneficiado. Es el mejor lugar para que Leo acabe su carrera, o como mínimo en la élite. Me gustaría mucho que fuera un jugador de un solo equipo, que pueda terminar acá, pero es un tema privado. Leo tiene un compromiso muy grande y no cambiará". 

Las prioridades de Messi no han cambiado. Jugar, jugar y jugar. Ahora, hay que esperar que la renovación esté también en esa lista. Pero tanto él como el equipo esperan que el club no haga más ruido con su futuro. Eso también es prioritario.

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