La emotiva despedida de Òscar García Junyent a "su maestro" Johan Cruyff

El técnico catalán expresó catorce razones por las cuales estar agradecido al holandés

Oscar Garcia, en el día de su debut en el banquillo del Salzburgo.

Oscar Garcia, en el día de su debut en el banquillo del Salzburgo. / EFE / CHRISTIAN BRUNA

CHRISTIAN MARTÍNEZ / BARCELONA

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Los días pasan pero su recuerdo sigue imborrable en el imaginario de las personas que compartieron algún momento de su vida con él. Tras la trágica noticia de su muerte, las muestras de afecto y de gratitud se han ido sucediendo en un sin fin de reconocimientos hacia la figura de Johan Cruyff. El último en mostrar su particular admiración ha sido el actual técnico del Red Bull Salzburgo Òscar García Junyent, con el que compartió vestuario en su etapa como futbolista, con el holandés como su principal valedor, y posteriormente como ayudante en el binomio que formó con Cruyff al frente de la selección catalana.

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Con 14 razones a modo de agradecimiento, un tributo al dorsal más ilustre del holandés, García Junyent mostró su gratitud al que considera su gran maestro y referente. "14 gracias. Me hice entrenador por ti. Tuve muy claro que lo que me habías enseñado tenía que darle continuidad y no quedármelo sólo para mi", abre el escrito, que está acompañado por una fotografía de ambos en el banquillo del Camp Nou. En una nota cargada de emotividad, el de Sabadell apela a todo lo aprendido al lado de Cruyff como sustento del legado que seguirá inalterable en el mundo del fútbol. "He tenido el privilegio de conocer primero al mito y después a la persona y tengo que confesarte que nunca pensé que la persona podría estar al nivel del mito pero como en muchas cosas de mi vida, me equivoqué".

García Junyent también dedica un apartado especial a la mujer de Cruyff y a su hijo Jordi, quien le dio la oportunidad de dirigir al Maccabi Tel Aviv en 2012. "Estoy seguro que la persona que más ha influido en tu vida ha sido tu mujer. A ella le debo dos de los momentos donde me he sentido más querido, honrado, orgulloso y a la vez triste. Uno fue a los pocos minutos de irte y el otro momento al día siguiente. Nunca olvidaré lo que me hizo sentir. La otra persona es Jordi, tu orgullo y mi amigo. Él confió en mi y me dio mi primera oportunidad profesional. Mi obsesión fue y ha sido estar al nivel de confianza que me disteis".

SENTIRSE ESPECIAL

Repleta de emotividad y estima, la carta concluye con la gratitud del técnico por haberle "hecho sentir especial" durante los años que compartieron. "Solo los genios y las personas especiales pueden hacer sentir a uno especial, y tu lo conseguiste. Gracias maestro!".