El campeón impone su estilo

En un derbi con más alicientes en las gradas que en el césped, el Barça ha impuesto su estilo y ha acabado tumbando al Espanyol sin apuros (0-2). El mayor talento de los azulgranas ha decidido un partido que permite a los culés seguir aspirando al récord de los 100 puntos y entierra definitivamente las esperanzas europeas de los pericos, que siguen sin doblegar a su máximo rival en Cornellà.

El recuerdo de la primera vuelta ha pesado mucho en el Espanyol. Aquella media hora en el Camp Nou, en la que el equipo blanquiazul encajó cuatro goles con una imagen patética, hizo mucho daño. Javier Aguirre siempre recuerda que esos 45 minutos fueron los peores de la temporada. El Espanyol fue entonces una sombra, un grupo sin rumbo que supo, no obstante, enderezar la marcha y mantener las señas de identidad que le llevaron a sellar la salvación a seis jornadas del final de Liga.

Evitar otro ridículo era el primer objetivo de los pericos, que se han mostrado precavidos. Sin nada en juego, al margen de la posibilidad de alcanzar los 100 puntos del récord de Mourinho, el Barça tampoco se ha mostrado muy beligerante. Tito Vilanova ha dejado a Xavi y Busquets en el banquillo, lo que ha abierto el camino de Thiago, que ha estado muy motivado después de unos días en los que se ha especulado con su posible salida del club.

EXCELENTE GOL

El jugador hispanobrasileño se ha asociado con Iniesta para llevar el peso ofensivo del Barça, con Villa en la derecha y Alexis en la izquierda. El Barça se ha mantenido fiel a su estilo. No ha tenido demasiada profundidad, pero sí el toque que siempre distingue al cuadro azulgrana. Una cesión surrealista de Piqué a Valdés, que ha obligado al portero azulgrana a sacar el balón con la cabeza al estilo Higuita (m. 6), ha acabado de despertar al campeón, que se ha adelantado con un gran gol de Alexis. (m. 14). El chileno ha protagonizado una jugada estelar, con un buen arranque, una precisa combinación con Villa y una definición perfecta, todo lo que se esperaba del delantero con su fichaje y que tan poco ha exhibido en el Barça.

El Espanyol ha renunciado al balón, como suele ser habitual en el libreto de Aguirre. La propuesta perica quizá no es admirable, pero así ha conseguido el objetivo de la permanencia. Aunque en los últimos encuentros los resultados no han sido nada satisfactorios, la trayectoria global del Espanyol con el técnico mexicano en el banquillo merece una nota alta. Llegó al equipo en la última posición y lleva más de un mes salvado, sin angustias ni sufrimientos.

Sin el esférico, el cuadro local ha cedido el protagonismo al Barça, que ha estado a punto de marcar el segundo con un remate al palo de Cesc (m. 32). A continuación, Colotto ha firmado el primer tiro a puerta de los pericos, atajado fácilmente por Valdés. Iniesta, con un magnífico disparo que se ha marchado fuera por poco, cerró el primer tiempo, en el que el Barça ha sido superior. No ha estado contundente el cuadro azulgrana, pero su calidad le ha bastado para controlar el juego con autoridad y buen manejo de balón.

Ha empezado mejor el cuadro perico tras el descanso, pero sin demasiado acierto. Tampoco ha tenido puntería Villa, que ha errado una ocasión clarísima (m. 53) y ha acabado sustituido en otro partido discreto. El delantero asturiano, una de las salidas que se intuye más clara, no ha estado fino en este tramo final de temporada. En Cornellà nunca ha estado fresco ni preciso.

Su recambio, Pedro, sí ha estado atinado y ha certificado el triunfo azulgrana tras una buena asociación con Xavi (m. 85). Antes de ese gol definitivo, han aparecido los nervios. Y en ese contexto, siempre emerge un futbolista: Wakaso.

UN JUGADOR INCONTROLABLE

El interior ghanés ya había recibido una fuerte bronca de Aguirre por una dura entrada pero no ha bajado el pistón. Él es así. Incontrolable y fuera de sí, ha perdido los nervios tras una falta de Capdevila. Se ha ido a por el colegiado y este no le ha perdonado. Dos amarillas consecutivas y a la calle, mientras sus compañeros, como Verdú, intentaban contenerlo para evitar males mayores.

Wakaso se ha marchado como un héroe, ovacionado por la grada de Cornellà antes de que Pedro finiquitara un derbi en el que ambos equipos han sido fieles a su estilo. El Barça, respetuoso con el balón y dominador de la posesión, ha llevado el timón en todo momento ante un rival que ha buscado el contragolpe y alguna acción aislada. Al menos, el cuadro perico se ha marchado con sensaciones muy diferentes a las de la primera vuelta. Ha estado vivo y ordenado hasta el 0-2. Esta vez ha luchado y no ha sido humillado por un campeón que sí ha exhibido su superioridad en un estadio en el que no ha perdido nunca.