El Barça se echa atrás en su decisión de imponer la ley del silencio

El Barça se enreda. Sin haberlo comunicado oficialmente, el club decidió suprimir las entrevistas individuales a los deportistas alegando que solo hablarían a través de los canales oficiales (web, Barça TV, revista y perfiles de redes sociales). Pasadas las 10 de la noche de este lunes y ante el revuelo que se organizó, el club sí que emitió un comunicado (apenas cinco líneas de texto) para lamentar la «confusión» que se había producido  además de reafirmar su «compromiso con la transparencia y el acceso a la información».

Un compromiso, según sostiene el Barça, que es firme, por mucho que prohibiera horas antes el contacto directo con los deportistas de todas las secciones profesionales. Ya lo había hecho antes con los directivos, a los que impidió hablar en los días previos a la asamblea de compromisarios.

ENTREVISTAS CANCELADAS

Tenía la directiva de Bartomeu la «voluntad de potenciar los medios de comunicación del club», como indica en ese comunicado. Y sigue teniendo esa idea. Quería, por lo tanto, esquivar el contacto directo con los periodistas para monopolizar el mensaje de sus deportistas, además de gozar del control total sobre los canales de información.

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Así se puso en marcha este mismo lunes, sin haber informado previamente al cancelarse diferentes entrevistas con jugadores de baloncesto y otras secciones. Sin reparar en el daño que se hacían a esos deportes, no tan mediáticos como el fútbol, sin tanta visibilidad y con el consiguiente perjuicio para sus patrocinadores.

MEDIDA SIN AUTORÍA

Nadie se hizo responsable de la autoría de tan inusual decisión. Una decisión que, curiosamente, no había sido informada de manera oficial. El comunicado, horas después, sí que apareció en los canales del club. No se supo si esa medida venía instigada por Luis Enrique, quien ya prohibió hace justamente un año la presencia de los periodistas en el avión del primer equipo, o procedía directamente de Josep Maria Bartomeu, el presidente azulgrana, cuya última comparecencia pública fue en una entrevista que concedió al diario británico The Telegraph con motivo de la visita del Barça a Manchester.

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MÁS GLOBAL QUE LOCAL

En principio, esa prohibición no iba a afectar a los medios de comunicación extranjeros, empeñado como está el club en difundir un mensaje más global que local. Huye últimamente el Barça de las preocupaciones cotidianas, cerrando puertas –la ciudad deportiva de Sant Joan Despí es un reducto cada vez más inaccesible–, esquivando explicaciones y potenciando, al mismo tiempo, sus medios oficiales.

Pero eso, según explicó el club en una escueta nota, «no debe impedir el acceso del resto de medios de comunicación a la información que genera la entidad y sus protagonistas».

Lo hizo el Barça a última hora de la noche del lunes, sin que previamente antes ningún responsable del club hubiera informado, al comprobar la dimensión que adquiría su prohibición. No apareció ni el portavoz Josep V ives, quien estuvo 45 minutos el pasado lunes explicando los acuerdos de la junta, sin dar pistas sobre este asunto, ni tampoco el presidente Bartomeu. 

CADA VEZ MÁS CERRADOS

Tuvo que retractarse el Barcelona de su plan inicial, obsesionado como anda en que no haya grietas en el mensaje oficial. Se debió echar atrás en su largo proceso de bunquerización. En mitad de temporada, y sin previo aviso, con una política de hechos consumados, el club estaba dispuesto a encerrarse aún más, aunque eso hubiera generado malestar en la junta.

Ya tenía cerrados los entrenamientos del primer equipo desde la época de Guardiola como entrenador (2008), excepto cuando la Liga o la UEFA le obliga a abrirlos un día antes de los partidos. Ahora, además, deseaba clausurar los canales directos con los deportistas, quienes difunden las noticias en sus redes sociales antes que el propio club.

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Este lunes, sin ir más lejos, Piqué colgaba un mensaje contundente en su cuenta de Twitter anunciando que ta está recuperado. «I’m back’», Está de vuelta el central, quien aún no dispone, eso sí, del alta médica tras el esguince de tobillo que sufrió hace tres semanas.

En los seis últimos años, el Barça ha tenido cinco directores de comunicación. Cuatro los fichó Sandro Rosell: Pere Jansà (julio 2010- enero del 2011), Ketty Calatayud (enero 2011-diciembre 2011), Xavier Martín (diciembre 2011-noviembre 2013) y Albert Montagut (noviembre 2013-septiembre 2015), que concidió con el inicio del mandato con Bartomeu. Montagut fue sustituido por Albert Roura, que ejerce actualmente ese cargo desde hace 14 meses, en un Barça cada vez más cerca del plasma.