Lorenzo estrena el Open Camp del Anillo Olímpico

Dentro de quince días, exactamente el 18 de junio, se inaugurará el Open Camp, el primer parque temático del mundo dedicado, única y exclusivamente, al deporte. Allí habrá diversión, entretenimiento y entrenamiento alrededor de 36 distintas disciplinas. El mallorquín Jorge Lorenzo, actual tricampeón del mundo de MotoGP a lomos de su Yamaha, ha sido el primer deportista que ha dado "el pistoletazo de salida", según expresión de Paco Medina, director general del parque, a un montón de actividades, en este caso vinculadas al mundo del motor, de las que podrán visitar "esperemos que millones de visitantes que se sentirán atraídos por una instalación única y pionera en este sentido"”. "Los aficionados al deporte podrán experimentar la sensación que siente un deportista de élite", señala el tricampeón de MotoGP.

IMITANDO A LOS CAMPEONES

Lorenzo, que este fin de semana afrontará como líder de MotoGP el Gran Premio de Catalunya de Montmeló, se sorprendió, en efecto, de que "a nadie se le hubiese ocurrido está idea, pues no deja de ser una experiencia divertida intentar igualar, de forma entretenida, las sensaciones que experimentamos los deportistas, no tanto cuando competimos, que también, como cuando nos entrenamos pues siempre se ha dicho que uno compite como se entrena, es decir, a tope".

INTRANQUILO POR LOS MOTORES

El tricampeón mallorquín, que fue recibido a su llegada a la Torre Telefónica del Anillo Olímpico por los 270 muchachos, seleccionados de diversas federaciones catalanas y que han pasado las pruebas para poder trabajar en Open Camp, está muy ilusionado, como todos, "en correr en casa y hacer disfrutar a los aficionados de nuestro pilotaje". Preguntado si aún sigue preocupado por la rotura de los dos motores, el suyo en el entrenamiento previo a la carrera de Mugello y el de su compañero Valentino Rossi al inicio del gran premio, aseguró que sí "porque todavía no sabemos lo que les ocurrió o si fue la misma avería o dos distintas".

Lorenzo cree que Mugello, con sus dos cambios de rasantes, que se superan a altas velocidad, "pudieron propiciar que nuestros motores sufrieran mucho al estar mucho tiempo en el aire a tope de revoluciones, pero se trata de una reflexión muy particular pues nuestros ingenieros aún no nos han contado nada de su investigación”.