¿Cuánto ha subido y cuánto va a subir el nivel del mar?

¿Cuánto ha subido y cuánto va a subir el nivel del mar?

Existen registros del nivel del mar desde alrededor de 1900. “A finales del siglo pasado el nivel del mar empezó a crecer, luego se estabilizó, y ahora se está acelerando otra vez”, explica Agustín Sánchez Arcilla, ingeniero ambiental de la Universitat Politècnica de Catalunya. Según estudios de Enric Sagristà, geólogo del Centre d’Estudis Avançats de Blanes (CSIC), las playas catalanas retroceden en promedio 1,2 metros cada año (la reposición de arena corrige esta tasa natural), de los cuales unos 20 centímetros son debidos al cambio climático y los otros a mala gestión de la costa. Las predicciones dicen que en el 2100 el nivel del mar en Catalunya podría haber aumentado entre medio metro y dos metros, según Sagristà. Esto se traduciría en decenas o centenares de metros de retroceso en sitios como deltas, estuarios y humedales.

¿Qué origina este fenómeno?

La emisión de CO2 y otros gases genera un efecto invernadero, que atrapa el calor del sol en la atmósfera y contribuye al aumento de las temperaturas del planeta. Este aumento favorece al derretimiento del hielo almacenado encima de la corteza terrestre: esencialmente en la Antártida, Groenlandia y, en menor medida, en los glaciares. El agua producida por este derretimiento fluye al mar, aumentado su nivel. Por el contrario, el derretimiento del hielo flotante del casquete ártico no contribuye, porque el hielo es menos denso que el agua: “Cuando se derrite un cubito de hielo que flotaba en una vaso lleno hasta el borde, el vaso no vierte, porque el nivel de la bebida permanece inalterado”, explica Sánchez Arcilla. El aumento de las temperaturas contribuye al incremento del nivel del mar también de otra manera, menos conocida: al calentar el agua, aumenta su volumen, lo que se traduce en un incremento del nivel de las aguas.    

"El mar está inundando las tumbas de nuestros antepasados"

¿A qué zonas afecta y qué consecuencias tiene?

“Las zonas más vulnerables son las playas artificiales, como las de Barcelona o de la costa del Maresme, y las zonas bajas, como los deltas del Ebro, del Llobregat o del Ter”, afirma Sánchez Arcilla. Las islas de perfil poco elevado, y algunos países del sureste asiático o Bangladesh están entre las zonas del mundo más castigadas por este asunto. “Las consecuencias incluyen el retroceso de la costa, con una mayor exposición a los temporales marítimos, que además serán más frecuentes y fuertes debido al cambio climático”, explica Sagristà. “Otra consecuencia grave es la salinización de los acuíferos”, añade. Los humedales del Empordà están entre los candidatos a convertirse en salmuera, según este investigador. Sánchez Arcilla añade a esta lista la mayor inundación fluvial en zonas de estuario o delta, donde se suelen encontrar grandes ciudades, debido al hecho que los ríos no descargarán tanto en el mar, al ser el nivel de este más elevado.

¿Qué remedios existen para este problema?

Los sistemas que la naturaleza posee para autorrepararse son lo mejor para encarar la subida del nivel del mar, según Sánchez Arcilla. “Lo más eficiente es dejar espacio para la costa: dejar un cordón de arena para que proteja lo que hay detrás. Este cordón ralentiza la avanzada del mar mucho más que una barrera vertical”, explica el investigador, que está estudiando si el cordón se podría estabilizar por medio de plantas. Sin embargo, Arcilla opina que la sociedad y la política son las que pueden hacer más para salvar la costa. Por ejemplo, islas como las Maldivas no pueden defenderse solas, pero sí podrían mitigar los efectos del cambio climático si hubiera más ayuda internacional. “Frenar las emisiones el máximo que podamos es imprescindible. Sin embargo, no podremos evitar cierto nivel de subida: hay que adaptarse”, opina Sagristà. En sitios que difícilmente cambiarán de estructura como Barcelona, habrá que emplear soluciones tecnológicas para contener el mar de manera efectiva, según el científico.