Las elecciones polarizan Grecia

Grecia vota mañana en unas elecciones fuertemente polarizadas entre dos formaciones: el partido de izquierda radical Syriza, liderado por Alexis Tsipras, y Nueva Democracia (ND), la formación conservadora que dirige el primer ministro Andonis Samarás. Según han indicado reiteradamente todos los sondeos desde el inicio de la campaña, entre ambas fuerzas se llevarán alrededor del 65% de los sufragios. En los últimos comicios (2012), el voto estuvo mucho más repartido.

A solo dos días de las elecciones, Syriza aumentó ayer su ventaja en los sondeos y nada parece detener su camino hacia la victoria. Cuatro encuestas distintas -las últimas que se publican, ya que hoy, víspera electoral, están prohibidas- daban a la formación de Tsipras un margen de entre 5 y 10 puntos por encima de ND.

PUGNA

El hecho de que estas elecciones sean unas de las más polarizadas de la historia de Grecia da una idea de lo mucho que está en juego. Muy por detrás quedan las demás formaciones, pero existe una dura pugna entre varios partidos para erigirse como tercera fuerza en el Parlamento. La favorita es To Potami (El río), al que los sondeos atribuyen entre el 5% y el 7% de los votos. Con porcentajes similares se situaría la neonazi Amanecer Dorado (AD). Resulta interesante constatar, sin embargo, que las casas de apuestas dan como más probable que sea esta fuerza ultra y xenófoba, que tiene a su plana mayor en la cárcel, quien ocupe la tercera plaza. Consideran que existe un voto oculto en favor de AD que no se manifiesta en las encuestas.

El socialdemócrata Pasok, el Partido Comunista (KKE, una formación de corte estalinista), y los Griegos Independientes (un partido de derechas escindido de ND) aspiran también a quedar bien situados, aunque los sondeos les dan porcentajes algo más bajos que a To Potami y AD. Queda por ver también si el Movimiento de los Demócratas Socialistas, creado hace pocas semanas por el exprimer ministro Yorgos Papandreu, escindido del Pasok, logra franquear la barrera del 3% imprescindible para entrar en el Parlamento.

To Potami es una fuerza de reciente creación (marzo del 2014) liderada por Stravos Theodorakis, un popular periodista convertido en político. Es un partido centrista que aboga por las reformas en el sector público dentro de una economía liberal. Tiene atractivo entre las clases medias moderadas que buscan una voz reformista dentro del sistema y que no creen que Samarás o el líder del Pasok, Evangelos Venizelos, sean reformistas. Ha levantado también la bandera contra la corrupción. Puede tener la llave del Gobierno.

El sistema electoral griego está diseñado para favorecer la formación de gobiernos estables. El partido que consigue más votos en las elecciones, obtiene 50 escaños adicionales que se suman a los que le corresponden en el reparto. Eso significa que una mayoría muy relativa en las urnas puede traducirse en una mayoría absoluta en el Parlamento. Depende también de cuántos partidos queden fuera de la Cámara por no llegar al 3%. Cuanto más sumen los votos obtenidos por esos partidos, más fácil lo tiene el ganador para alcanzar la mayoría absoluta.

LA INCÓGNITA

Y en esto estriba la principal incógnita de estas elecciones. Porque si bien parece poco probable que salte la sorpresa y ya nadie duda del triunfo de Syriza, todo parece indicar que necesitará algún socio para gobernar. Varias son las posibilidades pero todas ellas resultan aparentemente problemáticas por una u otra razón.

Tsipras ha pedido a los griegos que le otorguen la mayoría absoluta para «poder negociar con fuerza» con los acreedores en Bruselas. Lo hizo el jueves en su mitin central y lo reiteró ayer en una rueda de prensa. Pero algunos analistas creen que, con mayoría absoluta o no, Syriza preferiría gobernar con algún tipo de coalición, dada la situación que heredará si llega al poder y los enormes retos que se le plantearán.