La justicia francesa estrecha el cerco en torno a Sarkozy

El cerco judicial se estrecha en torno de Nicolas Sarkozy. El abogado del expresidente francés Thierry Herzog y los magistrados Gilbert Azibert y Patrick Sassoust, han sido detenidos en relación con la investigación sobre «tráfico de influencias» y «violación del secreto de instrucción» como sospechosos de haber filtrado información confidencial sobre el caso Bettencourt. Según Le Monde, el propio Sarkozy será citado para prestar declaración en los próximos días.

El espectacular giro que ha dado la investigación se produce en un momento delicado para la derecha francesa. En la Unión por un Movimiento Popular (UMP), muy dividida y sumida en una crisis de liderazgo, arrecian estos días las voces -aunque la mayoría son del círculo del expresidente- que reclaman el retorno de Sarkozy. Tras la dimisión forzada del presidente del partido, Jean-François Copé, por un nuevo caso de corrupción, el exjefe del Estado está tentado de retomar las riendas en el congreso extraordinario convocado para el próximo mes de octubre, con el objetivo puesto en las presidenciales del 2017.

Pero los problemas judiciales amenazan con dar al traste con la operación. Sarkozy, que tras haber sido imputado finalmente fue exculpado de haber abusado de la debilidad de la anciana heredera de L'Oreal para financiar su campaña, sigue atrapado en la tela de araña de las investigaciones sobre la financiación de su campaña presidencial. Aparece salpicado en media docena de casos. El que ha llevado a detener a su abogado y a dos magistrados tiene su origen en las escuchas ordenadas por el juez del caso Gadafi, que investiga si el fallecido dictador libio financió con 40 millones de euros la campaña del líder conservador. La policía pinchó incluso los teléfonos contratados con nombres falsos -el de Sarkozy era Paul Bismut- reservados a las conversaciones sensibles.

CARGO EN MÓNACO / En estas conversaciones aparece la filtración de la evolución judicial del caso Bettencourt, facilitada principalmente por Gilbert Azibert a cambio de obtener un cargo de consejero en el Gobierno de Mónaco.

Los tres detenidos prestaron ayer declaración en la Oficina central de lucha contra la corrupción y las infracciones financieras y fiscales (OCLCIFF), en Nanterre, donde se espera que sea convocado Sarkozy para ser interrogado sobre la presunta existencia de una «red» de informadores en el seno de la policía y de la justicia destinada a tenerle al corriente de las investigaciones que pudieran amenazarle.