El nuevo Gobierno de Alemania

Merkel: «Queremos que les vaya mejor a las personas»

Merkel brinda por la firma del nuevo Gobierno alemán, ayer.

Merkel brinda por la firma del nuevo Gobierno alemán, ayer.

J. M. FRAU
BERLÍN

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Casi tres meses después de las elecciones generales del pasado 22 de septiembre, la coalición de la CDU de Angela Merkel y su rama bávara de la CSU con los socialdemócratas ya es oficialmente una realidad libre de obstáculos. Ayer, los líderes de las tres formaciones, Sigmar Gabriel (SPD) y Horst Seehofer (CSU), además de la cancillera, firmaron en unas dependencias del Bundestag el contrato que contiene los principales objetivos del nuevo Gobierno para los próximos cuatro años.

Superado con éxito el escollo del voto de las bases socialdemócratas, el ambiente entre los tres dirigentes reflejaba distensión después de unas largas negociaciones que concluyeron el 27 de noviembre, cuando se alcanzó el acuerdo, aunque pendiente todavía entonces de la aprobación de la militancia del SPD.

Angela Merkel repitió la idea que ya expuso cuando los tres mismos protagonistas presentaron el pacto: «Queremos que en el 2017 les vaya mejor a las personas, incluso mejor que hoy», afirmó la cancillera después de asegurar que «una gran coalición es una coalición para grandes tareas». Merkel marcó la línea de los breves discursos y sus dos socios no hicieron más que incidir, con ligeros matices. El presidente del land de Baviera y de la CSU, Horst Seehofer, destacó que «tenemos una gran oportunidad para lograr que los próximos años sean buenos para Alemania». Por su parte, el socialdemócrata Gabriel recordó a Willy Brandt y citó una de sus recordadas frases: «La política está hecha de compromisos, pero los compromiso con los socialdemócratas son los mejores».

REGALO DE CUMPLEAÑOS / El canciller de la Ostpolitik, política de acercamiento al Este, que fue ministro de Exteriores durante la primera gran coalición entre la CDU y el SPD entre 1966 y 1969, cumpliría mañana 100 años, y Gabriel ya se acordó de él cuando el pasado sábado presentó, eufórico, el resultado de la votación de los militantes, consultados sobre la firma de la coalición. «Es un bonito regalo de cumpleaños para Willy Brandt», dijo.

En sus palabras de agradecimiento, Merkel destacó el valor de compartir y de aceptar aportaciones:  «Nos hemos escuchado unos a otros, y esto es algo que no siempre se da por hecho en política», dijo al describir el largo proceso negociador, aunque también reconoció que «hemos discutido mucho, pero estas duras negociaciones nos han servido».

Esta mañana, a partir de las 9, el Bundestag celebrará la sesión en la que Merkel será elegida cancillera por tercera vez. Posteriormente, los miembros del nuevo Gobierno tomarán posesión de sus cargos ante el presidente del Bundestag (Cámara baja), Norbert Lammert. La firma del acuerdo fue ayer un acto festivo, pero hoy se inicia un camino de cuatro años en los que habrá que poner en práctica las políticas que contienen las 185 páginas del documento «Diseñar el futuro de Alemania». Un camino que no siempre será fácil.

EXCEPCIONES A LA LEY / La aprobación por ley de un salario mínimo de 8,50 euros la hora representa un claro éxito de los negociadores del SPD, que presentó la iniciativa como uno de los ejes fundamentales de su programa electoral. Sin embargo, su aplicación, que se prevé escalonada, no será sencilla. Representantes de la CSU, el ala bávara de la CDU, ya han advertido de que pretenden introducir excepciones a la ley. Por ejemplo, para que estudiantes o jubilados puedan cobrar menos, mientras que el SPD no admite, en principio, ninguna excepción a la norma.

La subida de impuestos será, sin duda, otro elemento que provocará fricciones entre los miembros de la coalición en los próximos cuatro años. Lo dos partidos conservadores -CDU y CSU- se  atribuyen el éxito de que en el contrato de Gobierno no figure la subida de impuestos, una renuncia de los socialdemócratas, que en su programa defendían una subida para las rentas más altas. Sin embargo, el SPD advierte de que es probable que sea necesario subir los impuestos si la coyuntura evoluciona peor de lo previsto. El poderoso ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, aseguró después de la presentación del acuerdo que las inversiones previstas son factibles sin una subida impositiva.

El peaje para los coches extranjeros, idea del presidente bávaro Horst Seehofer, que según el acuerdo, deberá aplicarse en el 2014, es otra cuestión que no está resuelta.