La disputa de los Mandela

La imagen de un funcionario sudafricano colocando tres bolsas con los restos de los hijos fallecidos de Nelson Mandela en un coche fúnebre puso punto y final a un día bochornoso para Sudáfrica. Mientras Mandela lucha por su vida en el hospital, en Pretoria, donde lleva 26 días ingresado, su familia sigue a la greña para decidir, ahora ya en los tribunales, dónde será enterrado Madiba.

No es porque él no lo dejara claro. El héroeantiapartheidsiempre ha dicho que quiere ser enterrado en Qunu, la aldea donde se crió. Incluso dejó escrito que no quiere una tumba pomposa; solo una piedra más en el cementerio familiar. Pero en los planes de Madiba se cruzó hace dos años su nieto Mandla Mandela. Es su nieto más popular y además es el jefe del Consejo Tradicional de Mvezo, pueblo natal de Mandela y situado a pocos kilómetros de Qunu. En el 2011 Mandla exhumó los restos de los tres hijos de Mandela del cementerio de Qunu y los trasladó al de Mvezo. Se trata de una hija que murió en 1948 a los 9 meses, un hijo fallecido de un accidente de coche en 1969 y su hijo mayor, que murió en el 2005 a causa del sida. Este último es el padre de Mandla y él asegura que como hijo tiene derecho a decidir dónde descansan los restos de su progenitor.

Negocio jugoso

La noticia ya causó críticas en su momento. Los medios le acusaron de intentar, con este movimiento, forzar que su abuelo, el iconoantiapartheid, fuera finalmente enterrado en la aldea que él gobierna. Probablemente la tumba de Madiba se convierta en un lugar de peregrinaje turístico y, por tanto, en un negocio jugoso.

El pasado viernes, la hija mayor de Madiba, Makaziwe Mandela, y otros 15 familiares, entre ellos su esposa Graça Machel, pidieron al juez que«ante el riesgo inminente de muerte»que afronta Mandela obligara de urgencia a su nieto a devolver los restos al cementerio de Qunu. Le acusaron también de haber exhumado los cuerpos«ilegalmente y con nocturnidad».El grueso de la familia cree que Mandla quiere forzar que su abuelo sea enterrado en Mvezo por puro lucro personal.

El juez les dio ayer la razón. Por la tarde, las cámaras captaron a un funcionario del juzgado golpeando con una piqueta la puerta del Consejo de Mvezo. Había pasado el plazo que el juez dio a Mandla para que devolviera los restos y al no hacerle caso, el magistrado envió a sus oficiales. Un convoy de coches fúnebres y de la policía se llevaron los restos de vuelta a Qunu.