¿Por qué hablamos tan poco de la pobreza?

Tocan tiempos marcados por un exceso de épica y de ambigüedad, donde el conflicto territorial parece haber polarizado el debate político y en donde algunos parece haber sabido sacar más rédito de la confrontación y la demonización del contrario que de una apuesta basada en la negociación, el diálogo y el consenso.

Pero tras el ruido mediático está la cruda realidad de una situación en la que se alcanzan cifras record de pobreza y desigualdad, tal y como señala el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES).

13.7 millones de personas viven en riesgo de pobreza y/o exclusión social en España, el 29,2%, ocupando el segundo puesto en toda la UE en pobreza infantil. De este total, 3,2 millones viven en situación de pobreza severa. El estudio también revela que el 10% de la población con ingresos más altos tiene 14 veces más renta que el 10% con ingresos más bajos y que el 10% más rico posee el equivalente a la mitad de todo el ingreso de la población.

En pleno escenario de emergencia social, con unos niveles de desempleo del 22,3%, constantes aumentos del número de familias bajo el umbral de la pobreza, crecientes niveles de desigualdad y exclusión social con la existencia de familias que carecen de recursos y derechos básicos (agua, luz, vivienda), es hora de recuperar la política de valores y principios, el de la lucha contra las desigualdades, la intolerancia, la discriminación, la injusticia, y volver a creer en que hay alternativas que permitan poner en el primer plano el debate social. Se pueden cambiar las cosas.