"Es inaceptable que hayan ampliado la escuela con barracones"

Rosa Jové, administrativa de 42 años, denuncia que la escuela Ignasi Iglésias amplíe plazas cuando no hay espacio ni presupuesto para ello

Rosa Jové delante de la escuela Ignasi Iglésias, donde se implementará la nueva línea estructural. 

Rosa Jové delante de la escuela Ignasi Iglésias, donde se implementará la nueva línea estructural.  / FERRAN SENDRA

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MIRIAM GARCÉS / BARCELONA

Los efectos de los recortes en educación vuelven al cole un año más, al igual que los niños, lo que se traduce, según denuncian los padres, en masificación de las aulas y falta de plazas escolares, lo cual influye en la calidad de estudioDe cerca lo vivirá Rosa JovéRosa Jové, administrativa de 42 años, con el inicio del nuevo curso en la escuela Ignasi Iglésias, donde estudian su hija en 3º de primaria y su hijo en 1º. El Consorci d'Educació ha decididoConsorci d'Educació que esta escuela, una de las afectadas por la falta de plazas de Sant Andreu, incorpore este curso una segunda línea estructural. Pero como no disponen de espacio, los niños se acomodorán en barracones. “¿Cómo pueden abrir una segunda línea en un colegio que no tiene recursos para hacerlo?”, se pregunta, incrédula, Rosa.

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"Para pasar de 25 a 50 niños en P-3 necesitas espacio, y la Ignasi Iglésias no lo tendrá hasta dentro, como mínimo, de dos años”, denuncia Rosa. Para ampliar espacio, pasarán por un periodo de obras, que afectarán a las clases. “Construirán barracones en el gimnasio y en el patio para salir del paso, y los niños tendrán que renunciar a aulas como la música”, explica Rosa, que añade: "Es inaceptable, tendrán que convivir con polvo y ruido y perderán espacios”. Por ello, el ampa, desde febrero, se opuso a esta decisión.

"Los niños tendrán que estudiar en barracones, con ruido y polvo de las obras, y renunciando a equipamientos"

Para colmar la paciencia de los padres, los barracones se suman a la falta de recursos con los que cuenta la escuela para su mantenimiento. “Si se funde una luz, se rompe una puerta o hay bancos por pintar, se pide ayuda a los padres, porque no hay dinero”, afirma Rosa. “Todo viene desde el Consorci d’Educació, no desde la escuela Ignasi Iglésias, porque no ha habido las previsiones adecuadas de plazas”. Ante esto, los padres han preparado una lista de propuestas para el nuevo edificio, que van desde un gimnasio hasta aulas más grandes y ventiladas, con la esperanza de que se les escuche. Y siempre queda el consuelo de que, a juicio de Rosa, el equipo docente de la escuela es "excelente".