DESPEDIDA AMARGA

El Eibar frena y golea al Girona

El equipo de Machín no sabe sobreponerse a la adversidad de encajar un gol a los 41 segundos y otro a los 10 minutos

Inui celebra con Charles y Bebé el primer gol del Eibar ante el Girona.

Inui celebra con Charles y Bebé el primer gol del Eibar ante el Girona. / periodico

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Un gol a los 41 segundos (el más rápido de la Liga) y otro a los 10 minutos han socavado la buena racha del Girona, que ha sido incapaz de sobreponerse a ese doble varapalo del Eibar. Aunque tenía por delante 80 minutos para igualar tan prematura desventaja, el equipo de Pablo Machín no ha sabido manejar un partido en el que siempre ha ido a remolque. De principio a fin, en el marcador y en el campo, hasta encajar una goleada que ha castigado la pasividad general, inédita en las filas catalanas.

Acabó de muy mala manera el 2017 el Girona, superado en todos los conceptos por el Eibar en Ipurúa. Los de Machín, competitivos siempre al 100%, fueron una sombra de equipo ante su rival, intenso, organizado y con hambre de puntos antes abrazarse a las vacaciones navideñas.

Demasiadas bajas defensivas

Las bajas, concentradas en el eje defensivo (Alcalá y Muniesa) y en el doble pivote (Granell y Pere Pons), ya insinuaban el once que puso en liza Machín en Ipurúa, con Ramalho (jugó ayer su partido 100 de Liga con el Girona), Bernardo y Juanpe como trío de centrales y con Timor y Aleix García por delante de la defensa. En el otro banquillo, Mendilibar también tuvo que ordenar las piezas después de la baja de Ivan Alejo. El técnico local optó per situar Bebé en la banda derecha e hizo un cambio de cromos en ataque (Kike García por Sergi Enrich) para tener mas fiabilidad en el juego directo.

El inicio del partido mejoró el guión más optimista de Mendilibar y el más pesimista de Machín. Aunque el enfrentamiento empezó con los 22 jugadores sobre el césped, el Eibar fue el único que hizo acto de presencia en Ipurua. Diez minutos le bastaron para ponerse con un 2-0 ante un rival errático y sin rumbo. Inui aprovechó un servicio de banda para zafarse del marcaje visual de Ramalho y Maffeo, dejar en el suelo Bernardo y retratar Bounou. La historia todavía empeoró poco después en un centro por la izquierda de José Ángel que Charles remató de cabeza después que Bernardo no midiera bien el salto.

Golazo de Timor a la escuadra

Con el 2-0 y el Girona literalmente desaparecido, pintaban bastos. El Eibar siguió insistiendo y no encontró el 3-0 de milagro, pues Kike García tuvo la sentencia en su cabeza con un remate que se perdió pocos centímetros a la izquierda de Bounou. Sin nada de protagonismo de los hombres de ataque del Girona (Stuani, Portu y Borja García), los de Machín entraron en el partido gracias al balón parado, con una falta que Timor envió a la escuadra. Al Girona, el gol le reanimó y acabó el primer tiempo con un par de acciones interesantes en el área de Dmitrovic.

El descanso parecía óptimo para que el Girona acabara de convencerse que el 2-1 era la vida tras un primer acto deficiente. Los de Machín no salieron tan desconectados en la segunda parte como en la primera, pero casi. El equilibrio de fuerzas apenas duró 10 minutos, que fue lo que tardó el Eibar a romper la frágil defensa visitante para marcar el 3-1. Y pese a que quedaba media hora muy larga, el Girona desconectó.

La entrada de Aday, Kayode y Douglas Luiz no resolvió nada. El Eibar siguió peleando, presionando y jugando en la parcela de un equipo que solo esperó a que el árbitro silbara el final del partido. Los de Machín ni siquiera se acercaron a la portería de Dmitrovic. Y en la última acción del partido, se consumó la goleada.

Eibar, 4 - Girona, 1 

<strong>Eibar: </strong>Dmitrovic (6); Capa (6), Oliveira(7), Arbilla (7), Cote (8); Bebé (7), Dani García (6), Jordán (6), Inui (9); Kike (7), Charles (6).