Cristiano Ronaldo y sus 5 mayores rajadas

Cristiano Ronaldo, en una rueda de prensa.

Cristiano Ronaldo, en una rueda de prensa. / AP

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La soberbia de Cristiano Ronaldo ha ofrecido unas cuantas sentencias llamativas para la posteridad. Aquí recopilamos cinco, un ejercicio oportuno después de que se pusiera por encima de sus compañeros tras la derrota ante el Atlético de Madrid. Posteriormente se corrigió. O se matizó. Pero el daño ya estaba hecho.

FEBRERO DEL 2011. Contra el autocar de Mourinho.

Tras una derrota en el Camp Nou, el 28 de febrero del 2011, Cristiano verbalizó su frustración por un planteamiento ultradefensivo de Mourinho. En el campo había hecho gestos ostensibles y vehementes de disgusto al ver a todos sus compañeros encerrados en campo propio. Camino del autocar, valga la redundancia, dejó claro ante un enjambre de micrófonos qué pensaba del estilo desplegado:

"¿Te gusta jugar así?", le preguntaron. "No me gusta pero me tengo que adaptar a lo que me pide el equipo".

MAYO DEL 2011. Nombre del partido: Misión imposible IV

El Madrid visitó el Camp Nou para la vuelta de las semifinales de la Champions. La ida se saldó con un 0-2 para el Barça. En la vuelta hubo un empate a uno y un gol anulado con polémica a Higuain.

"Nombre del partido: Misión Imposible IV", empezó diciendo Cristiano. "Lo sabíamos. Ya lo sabíamos. No fue una cosa nueva. Sabíamos que si marcábamos un gol podía cambiar todo. Gol de Pipa Higuaín. Gol legal. Piqué me empujó antes. Y Mascherano ha aprendido las trampas de Barcelona. Cuando jugaba en el Liverpool no se tiraba y ahora siempre está en los suelos. Nos ha anulado un gol que podía abrir la eliminatoria. Sabíamos que iba a pasar algo. Es muy difícil jugar con estos contratiempos. Ya no se trata de fútbol. Son muchas cosas en contra. Es muy difícil para la motivación. Sabíamos que algo iba a pasar".

SEPTIEMBRE DEL 2011. Me silban por ser rico, guapo y un gran jugador

Tras una eliminatoria de la Champions contra el Dinamo de Zagreb, Ronaldo pronunció una de las declaraciones más egocéntricas y vanidosas de la historia del deporte. El delantero portugués acabó con el tobillo ensangrentado, harto del arbitraje y de los silbidos de la grada. Y a la que vio los micrófonos se olvidó que no le escuchaba solo su entorno más íntimo.

"No entiendo, la verdad, no entiendo estos arbitrajes, el fair play, la protección de los jugadores más hábiles. Yo nunca tuve eso. Me quedo triste. Se dice que los árbitros protegen los jugadores más habilidosos. Cuando juego yo no protegen nada. A unos, fantástico, no se les puede tocar; a mi, me tienen que dar con un palo..." Y le silban, le comentó un reportero. "Yo creo que por ser rico, por ser guapo, por ser un gran jugador, las personas me tienen envidia. No tiene otra explicación".

SEPTIEMBRE DEL 2012. Goles sin celebrar

El Real Madrid ganó con holgura al Granada en el Bernabéu. Cristiano marcó un par de goles, pero no quiso celebrarlos. ¿Por qué?

"Puede que esté un poco triste. Por eso no celebro los goles y no estoy feliz. No es un asunto personal, sino profesional. La gente del club ya sabe de qué hablo".

FEBRERO DEL 2016. Complejo de superioridad

Si han leído los periódicos este fin de semana ya saben de qué se trata. Tras la derrota ante el Atlético y quedar por tanto imposibilitado su equipo de aspirar a la Liga, Cristiano demostró que padece un notable complejo de superioridad.

"Ahí están mis números, las estadísticas no engañan. Parece que hay una persecución contra mí y que soy una mierda. Pero si todos estuviesen a mi nivel, estaríamos los primeros. "Es un hecho. Vosotros sois injustos y me háceis preguntas dudando de mi valor. Parece que soy una mierda".