El perfil del nuevo técnico

Tito pasa al primer plano

El Barça cierra el contrato que lleva a Vilanova al Camp Nou tras un trabajado viaje a la cima

Guardiola y Tito, el pasado 27 de mayo en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

Guardiola y Tito, el pasado 27 de mayo en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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Después de un lento y trabajado viaje a la cima, Tito Vilanova está a punto de abrir la puerta del despacho del Camp Nou para ocupar la silla que dejó vacía su amigo Pep Guardiola. El acuerdo, según el Barça, es «inminente» (podría ser público hoy mismo), siete semanas después de que se anunciara la apuesta por el continuismo. Tito pasa ahora al primer plano tras un anónimo itinerario en el que se inició como entrenador en el cadete azulgrana, estuvo luego seis meses dirigiendo al Palafrugell en Tercera División, recaló en los despachos del Figueres y del Terrasssa, ejerciendo en ambos clubs de director deportivo, hasta que Guardiola se lo llevó al Mini.

ROURA, SEGUNDO / Tras unas complejas negociaciones, Tito firmará un contrato por dos temporadas, una vez definido ya su grupo de trabajo donde Jordi Roura, el hombre que le ha acompañado en su carrera deportiva, ejercerá de segundo entrenador. Aureli Altimira, el preparador físico, asumirá ahora más protagonismo tras la marcha de Lorenzo Buenaventura del club por motivos estrictamente personales. Ayer, en una larga reunión (duró tres horas), tanto el club, a través de Josep Maria Bartomeu, vicepresidente deportivo, y Andoni Zubizarrea, director deportivo, como el agente del entrenador (Josep Maria Orobitg) perfilaron los detalles finales del acuerdo.

ZUBI, RENOVADO HASTA EL 2014 / No hubo después de ese cónclave realizado en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí ninguna declaración pública de los protagonistas. Tan solo Orobitg, cuando abandonaba ese recinto al mediodía, levantaba el pulgar en claro gesto de satisfacción. Por la noche, sobre las nueve, el club anunciaba la ampliación del contrato de Zubi hasta el 2014 (tenía firmado hasta el 2013), reservándose, además, una prórroga por dos años más, o sea hasta el 2016. Era el primer gesto del Barça. Primero firma el director deportivo, el hombre que apostó por Tito, y después le toca a Tito, el técnico al que descubren cinco personas que compartieron ese lento viaje.