Restricción

Ciutat Vella vetará los patinetes eléctricos y los 'segways' de uso turístico

La prohibición también afectará a otros artefactos de movilidad personal para uso comercial y turístico

Maria Girona / Barcelona

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El distrito de Ciutat Vella sufre, especialmente en verano, una sobreocupación del espacio público, en buena medida debido a la gran cantidad de turistas que visitan el casco antiguo de la ciudad. Pero la saturación también responde a otros factores, entre ellos, el mal uso de los vehículos de movilidad personal que los vecinos de los distintos barrios vienen denunciando desde hace tiempo.

Estos artefactos (patinetes eléctricos, rueda eléctrica, plataforma eléctrica, ‘segways’...), cuando sean de uso comercial o turístico, no podrán circular por Ciutat Vella. Tan solo estará permitido que se muevan por dos rutas determinadas, que posibilitarán cruzar el distrito de norte a sur y de este a oeste.

El ayuntamiento ha firmado este miércoles el decreto que restringe estos artilugios en el distrito y que tendrá un periodo de exposición pública de 10 días. Pasado este tiempo, y una vez valoradas todas las sugerencias, se publicará definitivamente y entrará en vigor al cabo de los 15 días del periodo de información sin sanciones, durante los cuales el consistorio distribuirá folletos informativos, sobre todo a los comercios relacionados con este tipo de transportes.

El verdadero problema

"El problema no son los vehículos sino el uso que estamos viendo que se hace de ellos", ha afirmado la concejala del distrito, Gala Pin. "Este decreto no prohibirá la circulación de, por ejemplo, los padres que llevan a sus hijos al colegio en los canastos que se colocan en la parte delantera de la bici, porque contribuyen a reducir el uso de los vehículos de motor", ha señalado.

Estos vehículos tan solo podrán circular por dos rutas concretas. La primera comienza en el Portal de la Pau, pasa por el paseo de Colom, el paseo de Isabel II, Marqués de l’Argentera y el paseo de la Circumval·lació. La segunda ruta pasa por el paseo de Picasso, el de Lluís Companys y el de Pujades y llegará hasta la avenida Meridiana.

El resto de zonas que no son estas calles se verán afectadas por la medida hasta enero, que es cuando termina la vigencia del decreto. Después el consistorio evaluará los resultados para seguir o no con el veto. No se descarta que se amplíe a más zonas. 

De momento, los turistas que alquilen uno de estos aparatos tendrán que ir a pie acompañando al vehículo cuando no vayan por las rutas reservadas para ellos.

Los vehículos afectados

El decreto afectará a los vehículos clasificados como tipo A (patinetes eléctricos, rueda eléctrica y plataforma eléctrica), tipo B (patinetes eléctricos grandes y 'segways') y tipo C (vehículos y ciclos de más de dos ruedas que realicen actividades económicas o de ocio, como los 'rickshaws').

En ningún caso se verán afectados por esta restricción los vehículos de uso personal. "Lo que pretendemos es que los negocios destinados a alquilar estos vehículos, con el tiempo, se desplacen hacia las calles donde sí estará permitido circular", ha afirmado Pin.

La ordenanza municipal actual establece que este tipo de vehículos, si son de uso comercial, tienen que estar registrados. Si esta normativa se cumple, los agentes pertinentes podrán saber si los vehículos son de alquiler. De este modo, se podrá multar a aquellos que no respeten el decreto.

El consistorio ha avanzado que, si una persona circula sola por las calles prohibidas, la multa se le impondrá a ella, pero cuando se trate de grupos de turistas, la sanción se cargará a la empresa que les han alquilado los vehículos. Las sanciones leves serán de 100 euros, las graves de 200 euros y las muy graves alcanzarán los 500 euros, caso en el que se podrá llegar a requisar el artilugio rodante.   

Agentes cívicos

Para hacer cumplir la normativa, el consistorio ha previsto ocho agentes cívicos en la Barceloneta y una patrulla de la Guardia Urbana para detectar las irregularidades. El resto de efectivos policiales que ya trabajan en el lugar también velarán por el cumplimiento del decreto.

Esta medida se suma a la suspensión de licencias para actividades de concurrencia pública, alimentarias y comerciales orientadas al turismo dictada por el ayuntamiento el pasado octubre y paso previo a un nuevo plan de usos de Ciutat Vella que se espera que esté aprobado a finales de año. Esta nueva regulación prohibirá el traslado de licencias de actividad vigente hasta ahora.