Barcelona envía a encuestadores a visitar pisos para elaborar un censo de viviendas vacías

El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha un equipo de 15 encuestadores que recorrerán barrios de la ciudad puerta a puerta, llamando a pisos que la Administración municipal sospecha que puedan estar vacíos. Una vez se compruebe que nadie reside en la vivienda, se pasará a la segunda fase: encontrar a la propiedad y ofrecerle que introduzca su casa en la bolsa municipal de viviendas de alquiler social. Para esta segunda labor se está formando a otro equipo de unas 10 personas.

El objetivo final es contar con un censo fiable de vivienda vacía en Barcelona. A estas alturas, hay dos datos al respecto: en el anterior mandato, el gobierno de Xavier Trias cifró en unas 30.000 las viviendas sin uso. El Instituto Nacional de Estadística eleva el número a 80.000. La disparidad, pues, es significativa. Barcelona es el primer ayuntamiento que intenta elaborar un censo de vivienda vacía, algo que ya sucede en Euskadi, donde se han movilizado 5.000 viviendas vacías desde el 2004, y el Reino Unido.

La elaboración del censo es un proceso que empezó a ponerse en práctica hace un mes. No presupone obligación alguna, se trata --según ha recalcado el concejal de Vivienda, Josep Maria Montaner-- de fomentar que ciudadanos que tienen un piso al que no se da uso ayuden a aumentar la oferta de alquiler a precio bajo, o más bajo del convencional, recibiendo a cambio una serie de incentivos: si el piso requiere reforma, el consistorio subvencionará la rehabilitación por un 100% del valor hasta 15.000 euros. El IBI asociado al piso recibirá una bonificación del 50%.

También existe una garantía de cobro, garantía que aporta el ayuntamiento, si bien el precio del alquiler es reducido, si se compara con los precios de mercado. El gerente de Vivienda, Javier Burón, ha precisado que no existe un límite fijado, pero que oficiosamente se intenta que el precio sea un 20% inferior al precio de mercado. El consistorio cubre la diferencia entre esa cantidad y la que acaba cobrando a los destinatarios, personas sin recursos.

NOU BARRIS, SANT ANDREU, SANT MARTÍ

Los 15 encuestadores recorren ya zonas de seis barrios, que suponen el 10% de viviendas de la ciudad, ha precisado Burón: Trinitat Nova, Bon Pastor, Baró de Viver, Besòs y Maresme. Seguirá en Gràcia y el Raval.  Esta primera fase durará unos seis meses. El gerente ha relatado que el objetivo a la larga es hacerlo en los 73 barrios de Barcelona y tener información actualizada al respecto, un reto para el que no hay fecha prevista.

Los encuestadores buscan pisos, pero también solares. Han recibido formación en el marco de un plan de ocupación y se presentan en las viviendas, a las que van cinco veces, con una carta firmada por Montaner. La lista de inmuebles que se visitan se ha elaborado cruzando datos del padrón, del cadastro y de Aigües de Barcelona, que aporta datos sobre el suministro que reciben, o no, los pisos.

PACTO CON LA CUP

Montaner ha presentado la iniciativa con la concejal de la CUP Maria Rovira, cuyo grupo la impulsa desde hace meses. En la negociación de la modificación de crédito de mayo pasado, uno de los acuerdos a cambio del apoyo de la CUP fue la creación del censo. Rovira ha considerado el plan como una forma de trabajar para garantizar el derecho a la vivienda, porque movilizara pisos que existen y que ahora están en desuso.