David Fernández elude condenar los actos violentos

«Un fracaso político y una intervención policial posterior a un fracaso. Absolutamente innecesario, inútil, incomprensible desalojar Can Vies. Se ha tocado la fibra de miles de personas entre las que me cuento». Así explicó el diputado de la CUP en el Parlament David Fernández la violencia del martes por la noche en Sants. Lo hizo en la emisora RAC-1, donde le preguntaron si condenaba los actos violentos producidos. Dijo no compartir que se pegara fuego a una unidad móvil de TV-3, pero se centró en el Ayuntamiento de Barcelona como causante: «No sé qué ha conseguido».

Fernández dijo que la CUP llevaba tres meses, a petición del barrio, haciendo gestiones directas con el alcalde, Xavier Trias, para buscar una solución alternativa. El diputado afirmó: «Hay gente que protesta como protesta, que ha quemado contenedores. Ayer se quemó la excavadora». «Yo vengo de la escuela de la desobediencia civil», prosiguió. Y agregó: «La violencia no es una opción, es una imposición».

«En mi humilde opinión, alguien ha encendido una cerilla, en el ayuntamiento, y no sabe si se quemará los dedos o una parte de la casa». El entrevistador le insistió en la invitación a denunciar y condenar los actos violentos más graves. Pero él se centró en que la demolición de Can Vies es lo relevante y lo que deja sin opciones al diálogo: «Se han dinamitado todos los puentes». «La cuestión de la violencia urbana y de quién la practica... No me atrevo a decir que sean los de siempre. En todo caso, es lo de siempre: pasa en una lógica de conflicto», eludió.