Belletti: "Siendo embajador del Barça, no puedo equivocarme"

Juliano Haus Belletti es uno de los tres embajadores del Barça. Ronaldinho y Eric Abidal son los otros representantes del club para dar mayor empaque y perfil futbolístico en los actos oficiales. A sus 41 años, vive en Curitiba, pero estudia instalarse de nuevo en Barcelona para ejercer su cargo.

-Se retiró en el 2010. ¿Qué ha hecho desde entonces? He sido editor jefe y director general de una revista deportiva en Brasil, he tenido un gimnasio, estuve cuatro años de comentarista deportivo, he estudiado emprendeduría y marketing digital, gestión deportiva y empresarial, inglés, tenga la licencia A de entrenador…

-¿Será entrenador? A lo mejor en el futuro sí. Y tengo cuatro hijos…

-Pero es embajador del Barça. ¿En qué consiste su trabajo? En representar y hablar en nombre del club en actos y eventos internacionales. Estar con los partners, los patrocinadores, acompañar a la Fundació alrededor del mundo... Se ha oficializado ahora esto, pero llevo dos años y medio hazciendo cosas para el club.

"El gol, a lo mejor, hizo que surgiera la oportunidad de colaborar. El Barça me llamó para un acto. Fue la primera vez; hay que hacer las cosas bien para seguir haciéndolas"

-¿Hablar del Barça teniendo a Messi es más fácil? Sí. La gente tiene muy clara la sincronía entre Messi y el Barcelona. La gente está enamorada de él. En cualquier lugar del mundo se ve a alguien con la camiseta de Messi.

-Le marcaron mucho los tres años, solo, que estuvo en el Barça. El gol, a lo mejor, hizo que surgiera la oportunidad de colaborar. El Barça me llamó para un acto: la presentación de la gira de hace dos años en san Francisco. Fue la primera vez; hay que hacer las cosas bien para seguir haciéndolas.

-Hablamos del gol de París. Metí dos… El segundo fue un amistoso.

"Cada vez me vienen a la memoria cosas distintas de la Champions de París. Desde el gol hasta el final del partido no me acuerdo de nada. Lo he visto repetido y cuando intento acordarme de lo que sentía, no lo sé"

-Pero es el gol. El Barça me llama para representarlo en un acto donde hay prensa pero me tengo que preparar: dónde voy, qué tengo que hacer, qué hablar, con quién voy a hablar… El Barça acabó contento y luego surgieron otras actividades hasta hoy.

-¿Esos tres años le influyeron tanto como para ser embajador? Sí claro, son los títulos también, Y haber participado en el cambio de un Barça a otro, con Ronnie [Roanldinho] sobre todo, siendo parte de una filosofía y sabiendo explicarla. El Barça quiere compartir su filosofía para ayudar a empresas dentro y fuera del fútbol. Si entiendes lo que es el Barça puedes ser un gran embajador.

-¿Recuerda a menudo el gol? ¿Se lo recuerdan? Cada vez me vienen a la memoria cosas distintas. Hace poco recordé que no salí de fiesta aquella noche. Me quedé en el hotel y otros se fueron a una discoteca de París.

"Laporta me preguntó si venía mi familia a la final. Le contesté que no, que estaba muy lejos y que mi padre decía que era muy caro. Laporta me dijo: lo invito yo. Llamé a mi padre. ‘Voy’, me respondió"

-¿Por qué regresó de la fiesta oficial? Porque al día siguiente íbamos a estar todo el día por las calles de Barcelona, con la gente,y quería estar fresco.

-¿Se dio cuenta de que el gol cambiaría su vida? Al momento, no. Al acabar el partido y cuando todos me vinieron encima.¿Si lloré? No mucho. Lo suficiente. Desde el gol hasta el final del partido no me acuerdo de nada.

-¿De nada? Lo he visto repetido y cuando intento acordarme de lo que sentía, no lo sé. Sé que estaba preocupado por mi padre, que estaba, Había venido de Cascavel, el pueblo. No iba a venir, lo invitó laporta. Un día coincidí con él y me preguntó si venían mi familia. Le contesté que no, que estaban muy lejos y que mi padre decía que era muy caro. Laporta me dijo: lo invito yo. Llamé a mi padre: “El presi te invita al partido’. ‘Voy’, respondió mi padre.

"Me pongo en la piel de Neymar y es complicadísimo. Ha llegado al nivel que ya está preparado para continuar o para cambiar, si hay que cambiar. Está en un momento mental casi perfecto"

-¿Cómo ve el caso Neymar? Me pongo en su piel y es complicadísimo. Es difícil mantenerse al margen. Es un fenómeno: hablamos de un tío que puede ser el mejor del mundo en tres o cuatro años. Tiene experiencia ya con el Barça y en Brasil y cuando empieza el partido se olvida, está por la faena. Hay estar muy equilibrado. Cuando me fui al Chelsea, tenía ofertas del Milan, el Newcastle, el Galatasaray… La gente pregunta, la prensa pregunta, y ahora más, con las redes sociales. Fui al club del que menos se hablaba. Al Chelsea.

-¿Y se decidió por qué? Me llamó Mourinho.

-Al final un futbolista se guía por algo: el club, el entrenador, la ciudad, el dinero… La Premier League siempre fue respetada por los jugadores. Me llamó Mourinho, vivir en Londres…

-¿Creo que Neymar necesita estar más tiempo en el Barcelona? Ha llegado al nivel que ya está preparado para continuar o para cambiar, si hay que cambiar. Con lo que ha aprendido en los últimos años, está en un momento mental casi que perfecto.

"Messi tenía ya mucha personalidad para la edad, y mucha calidad. Sobre todo, personalidad. Jugando con Ronni, Deco y Samuel, no buscaba protagonismo, siempre los respetó"

-Jugó con Messi. ¿Cómo le recuerda de sus inicios y cómo lo ve ahora? Tenía ya mucha personalidad para la edad, y mucha calidad. Pero, sobre todo, personalidad. Jugando con Ronni, Deco y Samuel, no buscaba protagonismo, siempre los respetó. Hoy ha conseguido algo imposible: mantener el alto nivel tantos años. Ningún brasileño lo ha logrado. Es lo más complicado. No recuerdo a nadie más, aparte de Messi y Cristiano que haya permanecido tanto tiempo a tan alto nivel. Y sigue queriendo más, intuyo.

-Usted jugó con Messi y Ronaldinho. ¿Qué piensa un futbolista por tener jugadores así? Es un privilegio. ¡Madre mía! Al llegar a Villarreal vino luego Riquelme, y Sony Andersson.

-Un privilegio… Por compartir el vestuario con estos tíos y jugar a fútbol cada día con ellos.

"Me fui al Chelsea porque me llamó Mourinho. Abramovich es sencillo, normal sería la palabra. Ha hecho del Chelsea un  equipo respetado por su calidad y por el juego, no solo por el dinero"

-¿Y porque piensa que ellos resolverán la situaciones complicadas? Exactamente. Apoyarles para que ellos hicieran su trabajo. Esa era mi misión y la de algunos: darles el soporte para que Ronnie, Deco y Samuel hicierna su trabajo. En el Chelsea, igual, con Shevchenko y Drogba.

-Conoció a Roman Abramovich. ¿Cómo es? Sencillo, simple. Normal, sería la palabra.

-¿Ese tipo de presidentes millonarios han hecho un bien o un mal al fútbol? Un bien. Ha hecho del Chelsea un equipo respetado por su calidad y por el juego también. No solo por el dinero. Ha comprado calidad.

-Pero no ha hecho una inversión a largo plazo para dejar una estructura, crear una cantera. Son filosofías distintas. El Barça confía en la cantera. Es su manera de trabajar. Fichando jugadores como estos es una apuesta a medio o largo plazo. ¿Cómo? Haciendo que vean más al Chelsea, compren la camiseta, vean los partidos por la tele… Con un poco de marketing he aprendido más. Entiendo más el negocio (risas).

.-¿Cree que ahora es embajador no tanto por el gol sino por hacerlo bien? A lo mejor sí, puede ser. La palabra embajador es buena, pero hay muchísimo trabajo detrás. Todo lo que hablo es en nombre del club. No puedo equivocarme. Cuando jugaba sí podía equivocarme alguna vez. Ya no.

"No recuerdo a nadie más, aparte de Messi y Cristiano, tanto tiempo a tan alto nivel. ¿Si son los mejores de la historia? Eso no se puede decir en Brasil: tenemos a Pelé"

-¿Tiene contacto con sus antiguos compañeros? Sí. Estuve hace poco en un torneo con 30 futbolistas con los que había jugado. Los mejores de mi generación.

-Y de todos, ninguno como Leo? Los dos años de Ronnie fueron algo diferente. Hacían caños, sombreros… todo lo que hacía un artista de cara al gol, y manteniendo el respeto de los adversarios. No es común. A veces se enfadan si haces bromas con el balón. Con Ronnie no pasaba: lo hacía hacia la portería. Messi es efectivo.

-Si Ronnie no se hubiera torcido, ¿adónde habría llegado? Tras la conquista de la Champions no se relajó, pero esperaba conseguir más. No dejó de ser un crack. Siguió jugando bien, a un alto nivel, pero no tanto como esperaba la afición o la prensa. Como el que tienen Messi o Cristiano. Ni Zidane lo alcanzó, por ejemplo. O Shevchenko. Han tenido cuatro o cinco años como mucho, pero Messi y Cristiano son diferentes.

-Por eso son de los mejores de la historia. Pero eso no se puede decir en Brasil. Tenemos a Pelé