Susto con retranca en la Ronda Litoral de Barcelona. El autobús que ardía la noche del jueves cuando se dirigía a las cocheras era un modelo articulado que circulaba de manera ilegal por la vía rápida. Los vehículos de más de 12 metros no pueden usar las vías rápidas. Aunque el ayuntamiento está a punto de poner solución a esta restricción. 

El incidente se ha producido a las 23.45 horas cuando el vehículo, que no llevaba pasajeros, ha empezado a quemarse por la zona del motor, alimentado por gas natural. El conductor ha podido parar a tiempo y abandonar el bus sin problemas. Las llamas se han extendido con rapidez hasta convertirlo en un amasijo de hierros. Un portavoz de TMB asegura que no se ha producido ninguna explosión y que los tanques de gas no han resultado dañados. El bus fue matriculado en junio del 2005.

La Guardia Urbana ha mantenido la Ronda Litoral cortada toda la noche. La circulación se ha reabierto a las 6.15 horas, poco antes de la hora punta matinal. TMB asegura que ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. 

Tal y como puede comprobarse en las fotografías que demuestran el lamentable estado en el que ha quedado, se trata de un modelo articulado de 18 metros de longitud. Estos autobuses tienen la circulación prohibida desde el pasado 1 de enero, cuando venció el decreto de alcaldía (firmado en otoño del 2016) por que el se les permitía usar las vías rápidas para regresar a las cocheras de la manera más ágil posible.

Este acuerdo, del que dio buena cuenta este diario el pasado miércoles, debía renovarse esta misma semana, e incluso ampliarse a todo el día (el permiso limitaba la circulación entre las 23 y las 5.00 horas). Y no solo para autobuses de TMB, también para autocares de todo tipo, siempre que cumplan con unas estrictas normas de seguridad, como circular por el carril derecho o no superar los 60 kilómetros por hora. El nuevo decreto se ha firmado este viernes pero no entrará en vigor hasta el día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona.

Esta situación ha generado escenas surrealistas, como la multa que la Urbana impuso a un conductor el pasado 14 de diciembre a las 10.52 horas por "no obedecer una señal de restricción de paso". Las multas, por supuesto, las paga la empresa. La plantilla sigue a la espera de instrucciones concretas ante este vacío legal. Pero como se ha podido comprobar, siguen surcando de manera furtiva las rondas. Un portavoz del ayuntamiento explica que la Guardia Urbana es consciente de que este convenio estaba al caer, y que, por lo tanto, había cierta manga ancha a la hora de usar las rondas.

Un autobús similar al que ha ardido hoy, también de gas y con la misma antiguedad, tuvo problemas la semana pasada junto a las cocheras de la Zona Franca. Los bomberos llegaron a tiempo y pudieron evitar, a pesar de la tremenda humareda, que el vehículo se incendiara.