ENTREVISTA YOTELE

Álvaro Morte: "'La casa de papel' no es una serie para todo tipo de públicos"

Hablamos con el actor sobre los capítulos de la tercera parte de la serie española en el día de su estreno en Netflix

Álvaro Morte interpretando al Profesor en la tercera temporada de 'La casa de papel'

Álvaro Morte interpretando al Profesor en la tercera temporada de 'La casa de papel'

Redacción Yotele

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La cuenta atrás para el estreno de la tercera temporada de 'La casa de papel' ya ha llegado a su fin. Netflix ha lanzado a nivel mundial los nuevos capítulos de la serie protagonizada por Álvaro Morte, Úrsula Corbero, Pedro Alonso, Alba Flores y Nawja Nimri durante este viernes. Casi dos años después del final de la segunda parte, muchas cosas han cambiado en las vidas de los atracadores, sobre todo para El Profesor. En este día de celebración para los fans de la serie de Vancouver Media ('El embarcadero'), YOTELE habla con Álvaro Morte sobre este tercerta temporada de 'La casa de papel'.

¿Cómo te llega la noticia de que la serie iba a tener una tercera y, también, una cuarta temporada? ¿Qué sensación os genera de que la serie va a continuar?

Teníamos la sensación de que era una cosa terminada. Por eso, quizás pusimos tanta carne en el asador cuando hicimos la primera y la segunda porque tenía una caducidad. Si es que verdad que hubo mucha implicación por nuestra parte con el equipo, la historia… De hecho, cuando yo pensaba que no iba a volver a interpretar al Profesor, me generó una especie de duelo. Era un personaje que me ha permitido hacer muchas cosas distintas. He disfrutado muchísimo haciéndolo. Entonces, se generó ese proceso tan raro. Ese viaje tan arriba y tan abajo de disfrutar mucho, de poner todo el corazón, de que una televisión generalista en España no fuese tan bien…

Pero llegó la explosión del fenómeno a nivel mundial, abriéndose esa puerta para continuar la serie... ¿Os imaginabais que tuviese continuidad tras el final de la segunda parte?

Luego con Netflix llegó esa subida tan brutal. Fue como un proceso que te involucraba emocionalmente de una forma tan directa con todas las cosas que estaban ocurrido. Fue raro de cojones. Teníamos un chat y alucinábamos con todo lo que estaba pasando y generando. Había como un alo con el que decíamos “¿Te imaginas que esto se reabre?”, pero nos contestábamos diciendonos a nosotros mismos que no podía ser porque estaba cerrado. Esto demuestra que todo es posible. Desde el momento que El Gran Wyoming sustituye a Juan Echanove en ‘Canguros’, podemos hacer lo que nos salga de los huevos. 

¿Qué expectativas teníais cuando la serie comenzó a emitirse?

No es que esperaremos que fuese de la hostia, pero sí que empezó bien y luego bajó a unos números más reales porque ‘La casa de papel’ no es una serie para todo tipo de públicos. Lo lógico era hacer los números que hicimos después, pero con este inicio tan álgido fue una especie de caída, que yo no veo como tal. Creo que fue un reajuste. Una colocación real en su sitio. 

Lo cierto es que 'La casa de papel' es una de las series de habla no inglesa que más triunfa en Netflix. Ha causado furor en muchas partes del mundo. De hecho, una de las situaciones más virales que habéis vivido mientras grabáis la serie fue en Florencia. ¿Cómo vivisteis ese momento?

Aquello fue muy bonito desde la perspectiva de que la gente fue muy respetuosa. Nosotros lo que quisimos fue agradecer a la gente que nos hubieran permitido trabajar de una forma tan limpia y concretada. Estuvimos primero en la Plaza del Duomo. No sé si fue el propio ayuntamiento el que lo filtró, pero había unas vallas que cercaban el set. Estaba la gente ya presente allí. En un momento en el que había que cambiar las cámaras, Pedro y yo, de manera inocente e inexperta en este tipo de situación, dijimos de dar las gracias a las personas que estaban allí.

Empezamos por un extremo y la gente que estaba en la otra parte rompieron el cerco, acercándose poco a poco. De un momento a otro, nos encontramos con una aglomeración brutal, dándonos cuenta de la peligrosidad del momento, ya que podría haber puesto en peligro a un niño o una persona mayor si estuviera allí. Finalmente, no pudimos grabar ese bloque. Tuvimos que frenar la historia. Fue un desastre, pero lo hicimos Pedro y yo con nuestra decisión (risas).

Pero, ¿pudisteis terminar de rodar?

De ahí nos fuimos a grabar a la Plaza de Miguel Ángel. La gente se entera y llegamos a la misma situación. Se nos cambió la cara en la furgoneta. No establecimos contacto visual con nadie salvo con el suelo del coche o con nosotros.

Llegamos a un lugar, que también estaba lleno de gente y con cintas de precinto, y guardaron un sepulcral silencio mientras estábamos grabando la escena. Alguna vez se escucha ‘Berlín’ o ‘Profesor’ o un ‘OOOH’ cuando nos abrazabamos. Cuando terminamos y nos dimos cuenta de que esto había acabado bien, dijimos que había que agradecer a la gente su respeto desde un banco y desde la distancia. Pero, efectivamente, esa cinta de precinto no aguantó lo suficiente y vino a gente de todos los lados hacía nosotros. Sí que es cierto que la forma en la que nos dejaron trabajar fue muy bonita. 

¿Tenéis miedo a qué esta temporada no funcione igual?

Es que no se puede trabajar con libertad y con frescura si tienes en la cabeza esa cosa de preguntarte si gustará o no. Hay millones de personas en el mundo y habrá algunas que les gustará y otras que odiarán ese trabajo, pero tú tienes que hacer tu trabajo con honestidad y ya está.

Tú como espectador no puedes esperar seguir viendo lo que había antes porque entonces tienes una serie que no va a ningún sitio. Lo que si debemos hacer es mantener el espíritu, pero aportando cosas nuevas. Una de las grandes cosas que cambian respecto a mi personaje es que, en la primera y segunda parte, él lo tiene todo controlado. Ahora, el Profesor se encuentra con aspectos a los que le hubiera gustado tener más tiempo para estudiarlos e ir con todo bien atado. ¿Qué pasa si ese tio tan metódico y que tiene bajo control, de repente, lo sacamos de ahí? Eso es una evolución. Si la gente va a esperar encontrarse con el mismo profesor y con la misma banda, creo que ahí sí tenemos un problema.

Esta temporada, además, 'El profesor' tiene como compañera de aventura a Raquel, Lisboa en la banda. ¿Trabajarán en pareja en esta tercera temporada?

Creo que el Profesor trabaja solo siempre. Efectivamente, comienza una relación sentimental y Raquel tiene muchos conocimientos de la Policia, pero él también, y de hecho, le ganó la batalla. Él es un tipo que está en otro universo y lo controla todo desde allí. Va cogiendo, usando y aprendiendo lo que necesita y de quién lo necesita en todo momento, pero es una persona solitaria, aunque tenga una relación sentimental tan potente con Raquel o con su hermano. Es una persona que va sola por la vida.