Javier Sardá recuerda 'Crónicas Marcianas' y habla de Cataluña: "Para muchos radicales soy una mierda"

La muerte estará muy presente en el nuevo libro de Javier Sardá El periodista publicará 'Adiós, muy buenas', una novela cuya trama girará entorno a un cementario que saldrá a la venta este martes 12 de marzo. Con motivo de su lanzamiento, el colaborador de laSexta concedió una entrevista a LOC, en la que habló, entre otros temas, de la situación política en Cataluña: "Los independentistas están instalados en el conflicto y es muy difícil retroceder. Es un conflicto nostálgico en el sentido de que es muy probable que no sea resolutivo".

"Soy muy crítico porque los pasos que está dando el independentismo han afectado a los que son independentistas y a los que no. Pienso que las cosas se van a poner en su sitio. Pero, insisto, no hay personas que me hayan dejado de hablar por opinar como opino. Ahora, que para muchos radicales de Cataluña, yo soy un mierda. Esto no me cabe la menor duda", comentó el presentador.

El tertuliano de 'Al rojo vivo' también rompió una lanza a favor del respeto de todas las partes: "Ya damos por hecho que hay un terreno en el que no estamos de acuerdo. La convivencia es básica, aunque la gente se haya decantado por una postura u otra".

"Galindo era excepcional en el sentido literal"

Durante la entrevista concedida al citado medio. El comunicador barcelonés también tuvo palabras de recuerdo para Martí Galindo, actor que falleció el pasado domingo 3 de marzo:"Era excepcional en el sentido literal".

"Siendo pequeño, Galindo vive un momento único e irrepetible en el recreo de la escuela: cuando se da cuenta de que él no crece. Esto es la hostia. Su capacidad de aclimatación a esta realidad ha sido formidable y nos ha demostrado que, a veces, nos quejamos por chorradas. A Galindo le interesaba la ópera, la literatura, el cine... Todo", asegura el comunicador al citado medio.

Preguntado por su etapa en 'Crónicas Marcianas', Sardá asegura que hizo el programa por una cuestión de felicidad personal y que no se arrepiente por ello: "Si el primer día me dicen que voy a hacer el programa durante ocho años y que lo dejaría cuando yo quisiera... Eso es fantástico. Mi biorritmo va contra la noche".

"Lo recuerdo como una gran fiesta. Pero recuerdo momentos más memorables, como el "no a la guerra" o días brutales como el atentado de Madrid o el asesinato de Lluch. También momentos de tensión híperpopular, de lo que llamaban telebasura", afirmó.