Venca cerrará su planta de Vilanova el 30 de abril tras fracasar la subasta de la empresa

Venca cerrará su actividad en Vilanova i la Geltrú el 30 de abril, así lo ha trasladado la dirección al comité de empresa. La compañía anunció un ERE concursal ahora hace un mes, y durante este tiempo se ha especulado con la posibilidad que algún inversor pugnara para quedarse la unidad productiva. La única empresa interesada, sin embargo, no cumplía los requisitos económicos fijados en la subasta, lo que aboca a Venca al cierre. Dada esta situación y teniendo en cuenta la falta de propiedades y liquidez, los 155 trabajadores tendrán que cobrar las indemnizaciones a través de FOGASA. Esto hace que el importe sea de 20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades.

"Sentimos rabia y tristeza", relata a la Agència Catalana de Notícies (ACN) la presidenta del comité de empresa, Núria Safont (UGT), que lamenta que el futuro de la compañía ha sido muy incierto desde que a finales del año pasado presentó un concurso de acreedores. Un mes después, la firma de venta de moda por catálogo y por internet presentaba un ERE para despedir toda la plantilla y cerrar la actividad, sin definir plazos ni condiciones.

Uno de los elementos a que se aferraban los trabajadores y también el Ayuntamiento de Vilanova era la posibilidad que un inversor se quedara la planta, con más de 40 años de historia. Safont detalla que el pasado viernes acudieron al notario y constataron que la única empresa interesada no llegaba a los 500.000 euros mínimos fijados para iniciar la pugna.

De esta manera, Venca ha definido un calendario de cierre con un primer periodo que acaba el 31 de marzo. Aquel día la web dejará de estar operativa y durante este tramo inicial se prevé el despido de 97 trabajadores. A partir del 1 de abril, Safont apunta que la intención de Venca es poner a la venta diferentes lotes de stock, mobiliario y material informático, entre otros. Este segundo periodo acabará el 15 de abril con previsión que la liquidación de la compañía se haga efectiva a finales de mes.

El resto de trabajadores serán despedidos progresivamente, si bien Safont recuerda que desde hace un mes hay 49 empleados que están en casa con permiso retribuido, que cobrarán por anticipado de FOGASA cuando se ejecute la liquidación.

La presidenta del comité de empresa explica que toda la plantilla tendrá que cobrar las indemnizaciones a través de FOGASA porque actualmente la empresa tiene la liquidez justa para pagar las nóminas. No en vano, vendió las instalaciones hace más de un año. Safont lamenta que esto les impide negociar las condiciones de las indemnizaciones, ya la ley establece que de FOGASA se puede cobrar como máximo 20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades.

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De la plantilla de 155 personas, la mayoría son mujeres y casi un centenar tienen más de 50 años. Para este colectivo, el comité quiere que el administrador concursal les reconozca el derecho a cobrar una compensación adicional si llevan más de diez años en la empresa. Se trata de seis mensualidades que las trabajadoras reclaman con perseverancia, a pesar de ser conscientes que también dependerán de FOGASA.

Según Safont, el administrador dice que estas compensaciones se afrontarían cuando haya entrada de liquidez y una vez reducida la deuda con el fondo público estatal. La plantilla, sin embargo, pide que el pago para las mayores de 55 años no sea una cuestión secundaria.

Por otro lado, el comité de empresa prevé retomar de forma inminente las reuniones con el Ayuntamiento de Vilanova y el Departament de Treball para pautar un plan de acompañamiento a los despedidos, de forma que se les garantice un reciclaje laboral de cara a encontrar un nuevo trabajo "igual que se hizo con la plantilla de Mahle". "Es muy extraño no saber qué haremos el día de mañana", asegura Safont.

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