Juan Luis Ruiz, alcalde de Vilanova i la Geltrú: "Hemos pecado de no promocionar turísticamente la ciudad"

Juan Luis Ruiz (PSC) fue investido alcalde de Vilanova i la Geltrú con los votos de sus 11 concejales y los dos ediles de En Comú Podem, partido con el que los socialistas firmaron un acuerdo de gobierno. Aunque es un viejo conocido del consistorio, al que entró en 1995, se acaba de estrenar como alcalde de la capital del Garraf. EL PERIÓDICO le entrevista días después de acceder al cargo para tratar con él los retos de un mandato que ahora comienza.

P.¿Cómo valora el mandato anterior, marcado por el pacto de gobierno entre ERC, Junts y la CUP que le apartó de la alcaldía?

R. Siempre hemos dicho que fue un pacto del fracaso, y la muestra es que se rompió el gobierno. No lo decimos nosotros, lo manifestó la ciudadanía, de una forma muy clara, en las elecciones municipales. El resultado del PSC es claro, contundente y no tiene más interpretación que la voluntad de la ciudadanía de pasar página del gobierno anterior y de sus políticas.

P. Ya se ha reunido con el gerente de la empresa de recogida de residuos. ¿Qué va a hacer su gobierno con el contrato vigente?

R. Al responsable de la empresa le he trasladado nuestra preocupación por la situación actual de degradación del espacio público. Viene dada porque el contrato está prorrogado forzosamente desde 2018, que es cuando se debería haber licitado el concurso público para firmar un nuevo contrato. Pero no se hizo, se dejó morir el contrato porque el gobierno anterior quería introducir la recogida puerta a puerta en toda la ciudad. Empezaremos lo antes posible la licitación para firmar un nuevo contrato.

A corto plazo, hemos establecido un plan de choque para revertir la situación actual, afrontando que viene el verano, aumenta la población, la gente pasa más horas en la calle, se generan más residuos, y por lo tanto hay que intentar minimizar este impacto.

P. ¿Qué aportará a Vilanova la celebración de la etapa preliminar de la Copa América de Vela?

R. Es evidente que la Copa América será un escaparate importante para la ciudad, que tenemos que saber aprovechar. Es cierto que durante los días que se celebre, se generarán problemas de movilidad, pero eso al final la ciudadanía también lo tiene que entender. Estos grandes acontecimientos generan a veces externalidades negativas, pero son más las cuestiones positivas.

P. Adelanta las disculpas...

R. Sí, claro. Ya hemos revisado el plan de movilidad junto a la policía local, vendrán miles de personas, justo después de la Diada, y habrá que tomar medidas. Al final, queremos que la gente que nos visite conozca la ciudad y quieran volver. Los propietarios de los pocos hoteles que tenemos me cuentan que los que vienen por primera vez se enamoran de la ciudad. Somos la gran desconocida.

P. ¿No se ha hecho suficiente promoción turística, o cultural, de Vilanova?

R. No, no se ha hecho. Por eso hemos creado un área de gobierno de Projecció de Ciutat i Capitalitat, nos queremos proyectar. En Vilanova i la Geltrú hemos pecado de no querer proyectarnos turísticamente. Hasta hace no mucho, algunos sectores veían el turismo como una amenaza permanente, yo creo que lo tenemos que ver como una oportunidad. Cuando se habla de turismo, se tiende a pensar solo en lo negativo, como la masificación, pero en Vilanova no tenemos ningún problema de masificación.

Tenemos todo el potencial para ser muy atractivos para un turismo de proximidad, sostenible. Hay que aprovechar el tirón de tener Barcelona y Sitges, al lado, sin ningún problema. Para el turista asiático, por ejemplo, Vilanova es Barcelona, es así. Y eso lo tenemos que saber aprovechar.

P. ¿Qué pasará con el carril bici de la Ronda Ibérica?

R. Resituaremos el tramo de carril bici que queda en la Ronda ibérica. No en todos los sitios puede haber un carril bici. Yo voy en bici, y me gusta, y Vilanova es una ciudad amable para ir en bici, pero los coches no pueden desaparecer, la gente los necesita para ir a trabajar, estudiar, llevar a los niños a la escuela... No estamos en contra de los carriles bici, estamos en contra de que haya carriles bici allá donde no debe haberlos. No tiene ningún sentido un carril bici en una ronda.

Además, hay un informe de hace años de la policía local detectando que una vez pasada la pandemia, se generarían colapsos. Y eso es lo que acabó pasando. El gobierno anterior vio que no funcionaba e intentaron revertirlo, pero no lo hicieron en su totalidad. Ahora hay tramos con dos carriles y otros con solo uno, porque no han querido eliminar el carril bici que ellos mismos pusieron.

P. En materia de movilidad, en la carretera de l’Arboç encontramos un punto negro que acumula 141 heridos en 15 años. ¿Cómo atajarán ese problema?

R. El problema es que esa carretera no es competencia muncipal. Un tramo es de la Diputación y otro tramo es de la Generalitat. Somos conscientes de la situación e intentaremos que las dos administraciones y el Ayuntamiento enfoquemos el tema desde un punto de vista integral. Es una carretera que da acceso a barrios periféricos, al cámping Vilanova Park. Hay una demanda real en este sentido.

P. La gestión de Rodalies tampoco es de competencia municipal, pero sí es un pilar básico en la movilidad de los vilanovenses. ¿Cree que el servicio está a la altura de lo que precisan los vecinos?

R. Es mejorable, no nos vamos a engañar. Ha habido una falta de inversiones muy importante en Rodalies, que el actual Gobierno central está revertiendo, invirtiendo como nunca en la mejora del servicio, pero llegamos 10 años tarde. Y seguramente el efecto de las inversiones de hoy también lo notaremos de aquí a unos años.

Para nosotros el tren es esencial para poder desplazarse a Barcelona y el área metropolitana. La alternativa es un peaje que cuesta 15 euros y sino las cuestas del Garraf, que son más bien una carretera panorámica. Gobierne quien gobierne seguiremos exigiendo la mejora del servicio.

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