Así es el misterioso y millonario inversor chino que ha salvado una escuela de Viladecans

Un halo de misterio envuelve a Ran Liang, el empresario millonario asiático que ha sufragado las deudas del colegio Teide de Viladecans para evitar su cierre inminente. A partir del próximo curso escolar será el nuevo propietario del centro y lo único que pide a cambio es que se enseñe chino en todos los cursos.

La intervención de Liang se gestó de forma inesperada. Nadie en el Teide sabía de su existencia antes, pero fue providencial el papel de Xiaobing Wang, la responsable del Centro Cultural Chino de Manresa. Esta asociación utiliza las aulas del colegio los fines de semana para dar clases de chino. Ella fue quién le mencionó al empresario la delicada situación de la escuela y le propuso salvarla.

Entre algunas comunidades chinas de la área de Barcelona se conoce "al señor Liang" por ser un hombre de negocios. Por eso Xiaobing, que tenía trato con él desde hace años, le propuso un proyecto compartido: ella coordinaría el centro y él se encargaría de refinanciar la escuela.

Se trata de la primera inversión educativa que realiza Liang, un hombre de unos 40 años que vive a caballo entre Catalunya y China por sus negocios. Ante las cámaras parece tímido o que tenga poco que decir. No habla ni catalán, ni castellano, ni inglés, a pesar de llevar 10 años de residencia en Catalunya. Círculos cercanos a él aseguran a EL PERIÓDICO que tampoco tiene demasiado conocimiento de cómo funciona el sistema educativo catalán.

A qué se dedica

Lo suyo es la tecnología. Tiene empresas en China dedicadas al sector TIC y multimedia, aunque en Catalunya trabaja en negocios vinculados a nuevas energías para el sector automovilístico.

No es un problema para el proyecto del Teide Col·legi Internacional -el futuro nombre del centro-, ya que Xiaobing Wang, la que será la nueva coordinadora del centro, sí que tiene una larga experiencia en educación.

Además, la hija del empresario, que al igual que su mujer vive permanentemente en Catalunya, estudia en un centro con sistema educativo catalán. La pequeña habla perfectamente los cuatro idiomas: catalán, castellano, chino e inglés. Eso es lo que Liang ha comunicado públicamente que quiere lograr con los alumnos del colegio del Baix Llobregat.

Los negocios marcan la vida de Ran Liang y le obligan a pasar largos periodos en China, apuntan fuentes conocedores. De hecho, poco después de firmar el acuerdo con Teide, el empresario voló al país asiático de nuevo. Quizás por eso la vida de este empresario millonario en Catalunya está llena de incógnitas.

Muestra de su fuerte vínculo con el gigante asiático es que planearía abrir una residencia para estudiantes chinos en el mismo colegio Teide como solución a la falta de alumnos. Fuentes del centro confirman que Liang aseguró durante el acuerdo que, además de tener el capital suficente, tendría la capacidad de llenar las aulas de futuros estudiantes asiáticos para apuntalar la viabilidad futura.

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