'Why we hate'
Cuando era joven, Frank Meenks se sentía perdido y fue atraído por un grupo nazi en el que, enseguida, se sintió totalmente integrado. Acabó en prisión tras años cometiendo crímenes de odio. Megan Phelps-Roper, que creció siendo miembro de la Iglesia Bautista de Westboro, sembró, durante muchos años, el odio entre los feligreses.