Sánchez cancela su agenda pública para reflexionar sobre su continuidad en el Gobierno

Pierre-Philippe MARCOU / AFP / Vídeo: Europa Press

Ninguno de los ministros ni diputados socialistas que estuvieron con Pedro Sánchez la mañana del miércoles en el Congreso podía prever que unas horas después anunciase su intención de meditar sobre su renuncia, tras abrirse una investigación judicial a su esposa, Begoña Gómez, por tráfico de influencias. Todos coinciden en destacar que anímicamente lo vieron tocado, incluso “destrozado” por una cuestión que le viene afectando notablemente durante las últimas semanas. Lo que considera una campaña política de acoso y derribo por parte de la derecha que habría traspasado la “línea roja” del ámbito personal. El límite de su reconocida resiliencia al saltar la frontera familiar.